Por todos los caídos de las guerras

22-06-2022



Que el recuerdo de los tristes hechos,
nos hagan repensar sobre lo vivido.
Sea aviso para no volver a la caída,
para no retornar a ceder al desamor,
que solo el amor con amor se aúna.

Debemos huir de todas las batallas,
nadie vence en ninguna contienda;
hay que contener nuestras miserias,
abandonar la lucha entre análogos,
pues avenirse es lo que da vitalidad.

Andamos necesitados de concordia,
nos falta coraje para surcar el bien,
para rehacernos en cada despertar;
pues la paz se construye cada día,
con el alma dispuesta y sin armas.


Activemos el ser que hemos de ser,
bondad y verdad en movimiento,
luminaria y horizonte en cercanía,
pulsación y paciencia en itinerario,
verbo y verso en vínculo de latidos.

Démonos al empuje de la palabra,
al impulso del diálogo verdadero,
al cruce de las apacibles miradas,
al incentivo de la afable escucha;
que oír y dejarse oír es sosegarse.

La violencia nunca resuelve nada,
ni siquiera disminuye sus efectos,
ni sus consecuencias dramáticas;
es una fuerte derrota de la razón,
que no sabe respetar ni respetarse.



Liberémonos de toda hostilidad,
pongamos orden en vez de caos,
asentemos dignidad en la bajeza;
para que crezca el pan de vida,
por la gracia de Dios en nosotros.

Caminemos a corazón abierto,
por grande que sea el martirio.
Tomemos las riquezas interiores,
y ofrezcámonos a perdonarnos,
para que resplandezca el mundo.

Antes hay que mudar de aires,
hallarnos con la cruz de Cristo,
y descubrimos entre sus pasos;
para ser capaces de querernos,
como Él nos quiere a cada uno.

(Víctor Corcoba Herrero, escritor)

Que el recuerdo de los tristes hechos,
nos hagan repensar sobre lo vivido.
Sea aviso para no volver a la caída,
para no retornar a ceder al desamor,
que solo el amor con amor se aúna.

Debemos huir de todas las batallas,
nadie vence en ninguna contienda;
hay que contener nuestras miserias,
abandonar la lucha entre análogos,
pues avenirse es lo que da vitalidad.

Andamos necesitados de concordia,
nos falta coraje para surcar el bien,
para rehacernos en cada despertar;
pues la paz se construye cada día,
con el alma dispuesta y sin armas.


Activemos el ser que hemos de ser,
bondad y verdad en movimiento,
luminaria y horizonte en cercanía,
pulsación y paciencia en itinerario,
verbo y verso en vínculo de latidos.

Démonos al empuje de la palabra,
al impulso del diálogo verdadero,
al cruce de las apacibles miradas,
al incentivo de la afable escucha;
que oír y dejarse oír es sosegarse.

La violencia nunca resuelve nada,
ni siquiera disminuye sus efectos,
ni sus consecuencias dramáticas;
es una fuerte derrota de la razón,
que no sabe respetar ni respetarse.



Liberémonos de toda hostilidad,
pongamos orden en vez de caos,
asentemos dignidad en la bajeza;
para que crezca el pan de vida,
por la gracia de Dios en nosotros.

Caminemos a corazón abierto,
por grande que sea el martirio.
Tomemos las riquezas interiores,
y ofrezcámonos a perdonarnos,
para que resplandezca el mundo.

Antes hay que mudar de aires,
hallarnos con la cruz de Cristo,
y descubrimos entre sus pasos;
para ser capaces de querernos,
como Él nos quiere a cada uno.


(Víctor Corcoba Herrero, escritor)

http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/-por-todos-los-caidos-de-las-guerras- | 26-04-2024 03:04:04