CENTENARIO DE LA ESCUELA DE ARTILLERIA DE LINARES

09-06-2021



Continuamos dando a conocer los orígenes de la fundación de la Escuela de Artillería de Linares, desde los primeros afanes de los linarenses, su creación en 1921 y hasta 1930, cuando se consolida en la Provincia y el país. (De nuestro libro inédito, Historia Militar de Linares)

CAPITULO 7
EL 16 DE ENERO DE 1912, contra toda crítica, se instaló el Grupo de Artillería N° 3 General Aldunate en las refaccionadas casas de la antigua industria Gleysner, habilitadas ahora como Cuartel. Dos baterías, al mando del Comandante Cochrane Salvo formaron frente al edificio en aquella mañana. A los acordes de la Canción Nacional y ante la expectación de los habitantes, incluso con algunos venidos desde Parral, se izó el pabellón patrio en el mástil de honor.

No sólo Retiro – sin embargo – hizo gala de orgullo ante la presencia militar en su localidad. También Parral sintió como propio aquel honor. De esta forma, la sociedad parralina acogió con afecto a los jefes y oficiales de la institución. Esto se materializó en las Fiestas Patrias de 1912, ocasión en que se invitó a la oficialidad a un banquete, verificado en el “Hotel Comercio” de la ciudad. El lugar,
“Presentaba un golpe de vista imponente y agradable. Por todas partes se veían los emblemas de la Patria, entrelazados con guirnaldas verdes cubiertas de flores y lazos tricolores”.
Un menú que hoy causaría asombro, por los ocho platos y tres postres de su listado, sirvió de marco para aquella recepción. Al agradecer, el Comandante del Regimiento señaló que este acontecimiento no tenía otro mérito “Para ser acreedores de ello, que el que les da el cumplimiento austero de sus deberes”. Expresó luego que la repartición del ejército chileno, El Grupo Aldunate, que tenía la honra de comandar, sabrá mantener siempre y en cualquier circunstancia, el brillo de la nación y que, tanto él, como sus oficiales, seguirán en todo momento el camino que “Al ejército han señalado sus héroes”.

A MEDIDA QUE PASABA EL TIEMPO, la imagen y trascendencia de aquel Grupo de Artillería se adentraba en el corazón de los “rinconanos”. Las voces marciales, desfiles y maniobras atraían, con su movilidad, color y disciplina, a grandes y pequeños. Sin embargo, la cúspide de todo ello, se daba cuando, el Presidente de la República, don Ramón Barros Luco, descendía del tren, en sus reiterados viajes a esta comuna. Entonces, una sección de aquella Unidad, presentaba armas al Primer Mandatario. No faltaban quienes, en sordina, comentaban que don Ramón había traído a aquel Cuerpo de Ejército a Retiro, para que le rindiera honores, en sus visitas.
A mediados de 1912, el Mayor Cochrane Salvo debió entregar el mando, al ser designado Agregado Militar en Europa. Lo reemplazó el Oficial de igual grado, don Carlos Harms Espejo;
“El señor Salvo – dijo la prensa - deja al Regimiento en un excelente pie, a pesar que tuvo que vencer muchas dificultades por causa del local que ha sido completamente transformado, gracias a la constancia y su buena dirección”.

LINARES NO SE DA POR VENCIDO
Pero Linares nunca consideró perdida la batalla. Superado el estupor de los primeros momentos, los poderes políticos y económicos de esa ciudad reiniciaron los afanes para traer a una Unidad Militar a la capital de la provincia. Políticos, comerciantes, hacendados, se mueven en las esferas del Congreso, para lograr su objetivo. La prensa linarense no tenía empacho alguno en destacar esas maniobras:
“Algunas autoridades y el pueblo de Linares trabajan empeñosamente porque el Grupo Aldunate, acantonado actualmente en este departamento sea trasladado a la ciudad de Linares, a la brevedad posible.

Pero, debemos reconocerlo, Retiro, y aún Parral, nada hacían por detener aquellas maniobras. Pese al aviso y evidencia de tales circunstancias, una negligencia increíble inmovilizaba a los habitantes de Retiro:
“Esa actitud de la autoridad municipal de Linares – decía la prensa – contrasta notablemente con la actitud desidiosa, indolente o indiferente a las autoridades municipales de Parral y de Rinconada de Parral”.

Las cosas, sin embargo, no quedaron allí. En abril de 1916, a instancias de las autoridades de Linares, visitó la ciudad un alto Jefe del Ejército, para determinar un local o lugar para instalar un Cuerpo Militar. La prensa ya no tenía dudas y señalaba, sin mayor trámite que:
“Será indudablemente el Grupo Aldunate; y ese jefe cree que en dos meses puede quedar el local elegido en condiciones de recibir su guarnición. …” Y más adelante agregaba otra frase significativa: “…Mientras tanto, Parral y sus autoridades duermen el mejor de los sueños”.
A esto es necesario agregar que el apoyo fundamental de la permanencia del Grupo Aldunate en Retiro, el Presidente Ramón Barros Luco, había entregado el mando en 1915.


JAIME GONZALEZ COLVILLE
Academia Chilena de la Historia

http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/centenario-de-la-escuela-de-artilleria-de-linares-4 | 25-04-2024 02:04:36