¿SE REPITE LA HISTORIA?

13-01-2022



Ha aparecido un nuevo artículo de don Jaime González Colville, miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Historia, en el boletín número 129, año 2020, de la entidad. Se titula “Las centenarias revistas ‘Juventud’ y ‘Claridad’: combativas expresiones de la Federación de Estudiantes de Chile de 1920”. El escrito examina el rol de dichas publicaciones durante la campaña y primera presidencia de Arturo Alessandri Palma.
La elección del tema y momento del artículo no fue azarosa. A don Jaime González le sorprende “la semejanza entre esas ideas y pensamientos, con las de ciertas voces de nuestros días.”
Es que a fines de la segunda década del siglo XX se avizoraba un cambio de paradigma político y social en Chile. Asomaba la figura de Alessandri Palma, quien, con exaltada retórica, seducía a las masas populares, su “querida chusma”, con promesas de mejoras económicas y sociales, y una nueva constitución. Sí, como hoy, pero hace cien años atrás.
El artículo relata pormenorizadamente cómo por medio de dichas revistas y de masivas jornadas callejeras, los estudiantes de la Universidad de Chile exigían mejoras para la maltratada clase trabajadora. Y Alessandri era visto, no sin reticencias, como el agente catalizador del anhelado cambio. Eran tiempos de la “cuestión social”, en que la jornada de ocho horas y la Inspección del Trabajo no eran más que ilusiones líricas.
Mientras Neruda hacía en “Claridad” sus primeras armas en la poesía (una poesía de singular calibre y alcance a sus dieciséis años), un dirigente estudiantil aseguraba que la “liberación” del pueblo “necesita fuerza: impulso destructor y creador; idea y acción revolucionaria!” Un llamado a la revolución iluminado por libros como “El comunismo en América” y “La doctrina Anarquista, Soviet o Dictadura”, de venta en las oficinas de la revista en calle Agustinas.
Sorprende, como afirma el autor del artículo, “la semejanza de esas ideas y pensamientos” con los de nuestros días. A nosotros nos sorprende, asimismo, cómo ciertas ideas y pensamientos devaluados en el tiempo, se reajustan cíclicamente para aflorar como nuevos en la mente de las masas.
Hay que decir que aquella oferta ideológica llegaba a los lectores con el auspicio de “Gath y Chaves, elegante y exclusiva tienda del centro capitalino”, que promocionaba tenidas para tenis y wáter polo; “el Restaurante y Salón de Ostras La Bomba, de refinados platos […] y la Compañía de Seguros Generales La Providencia”, entre otros comercios e instituciones financieras conectados con la publicación. Es que, según Antonio Escohotado, citado por Salvatore Gerardo en “100 años Para un Sueño Americano”, “todos los jefes de fila del comunismo fueron señoritos…”.
El hecho es que antes de cumplirse un año de gobierno los estudiantes ya habían “desahuciado toda fe y esperanza en Alessandri”. “La obra de regeneración y engrandecimiento del país no se ve por ninguna parte”, denunciaban los redactores. Se acusaba al presidente de “haber usado la mentira para llegar al poder y fabricar un ‘mundo de quimeras’ al pueblo, que ha desaparecido con ‘el humo de los fuegos de artificio’”.
No nos sorprende el desencanto de aquel estudiantado ideologizado. El artículo de don Jaime González Colville, nos sugiere que las transformaciones positivas y permanentes de toda índole, demandan paciencia, trabajo constante y pensamiento crítico. Virtudes similares a las que planteaba Enrique Molina en el número 6 de la revista “Juventud”, de 1919, anunciando la fundación de la primera universidad de provincia: “No vamos a fundar un instituto para formar prosélitos, mentes estrechas, apasionadas por cualquier dogma, sino espíritus independientes, disciplinados por el civismo y dotados de la capacidad de hacer el mejor uso de su libertad intelectual y moral.”
Es probable que la causa basal de aquel desengaño consistiera en identificar mejoras económicas y sociales con la satisfacción de lo que Luigi Guissani denominó “exigencias originales del corazón humano”, a saber, verdad, justicia, libertad; valores que los totalitarismos suelen reiterar como gancho para atraer a los corazones sensibles. Es el error, según Rainer María Rilke, de buscar “respuestas externas para problemas internos”, ignorando lo qué se anhela realmente, como gritara Luca Prodan en los años 80, con toda la fuerza de su juventud: “No sé lo que quiero, pero lo quiero ahora.”

Osvaldo Valenzuela Berríos
Abogado
Magister en Historia de Occidente






http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/se-repite-la-historia | 25-04-2024 09:04:21