domingo 06 de julio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 06-06-2021
CENTENARIO DE LA ESCUELA DE ARTILLERIA DE LINARES
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Continuamos dando a conocer los orígenes de la fundación de la Escuela de Artillería de Linares, desde los primeros afanes de los linarenses, su creación en 1921 y hasta 1930, cuando se consolida en la Provincia y el país. (De nuestro libro inédito, Historia Militar de Linares)
CAPÌTULO 4


EL VIAJE A LINARES DE UNA DELEGACIÓN DEL EJÉRCITO

En esa poco clara situación, el Ministro de Guerra y Marina, Darío Zañartu, dispuso el viaje a Linares de un grupo de altos oficiales de Ejército, al mando de los Generales Yáñez y Parra, acompañados de los coroneles Pinto, Rojas, Padilla, Armstrong, Vergara, Gormaz, Altamirano, Marín y Villarreal, además de varios tenientes.
La misión era conocer y evaluar las diversas opiniones que existían sobre el controvertido tema de la ubicación de la unidad militar.
Con esa misma fecha, el municipio encabezado por el Alcalde Carlos Evans convocó a sesión, para analizar la realización de una asamblea pública, en torno a esta materia.
En la reunión, verificada el 8 de diciembre de 1908, asistió además el Intendente Santiago Vivanco. Tras analizar dos o tres temas referidos a la administración local, se pasó al punto central, donde se debatió solicitar al gobierno que, los fondos destinados a adquirir un terreno para el regimiento de Retiro (/ o Membrillo) fueran orientados a la compra de un predio, que con mejores perspectivas, le ofrecería Linares.
Sin embargo, tal moción, según crónica de un periódico local, tuvo la oposición de un regidor, cuyo nombre no se da, lo cual hizo el debate extenso y cansador.
Pese a esto, en definitiva, se acordó ofrecer al gobierno un local gratuitamente- y que no irrogara gasto al fisco, como el de Retiro – para la instalación del Regimiento o Unidad Militar en Linares.
SE INTENSIFICAN LAS GESTIONES DE UNA UNIDAD MILITAR EN RETIRO
Ahora bien, la idea de establecer un Cuerpo Militar en Rinconada de Parral – Retiro de hoy –había surgido hacia 1906 aproximadamente. Ella se fundaba en el hecho que, al no existir en la Provincia un Regimiento, se hacía necesario establecer uno, a similitud con las restantes cabeceras de Departamentos que sí los tenían.
Al debatirse esta iniciativa, se tuvo presente que Retiro (o Membrillo, como se llamaba también a Retiro) tenía la ventaja de contar con las instalaciones adecuadas, por cuanto estaban intactos – como se ha expresado - los grandes y sólidos galpones que habían pertenecido a la Fábrica de Azúcar de la Firma Gleysner, los cuales, en líneas generales, reunían las características para instalar allí un cuartel.
Sin embargo, apenas se planteó esta posibilidad, Linares, según se ha visto, reclamó airadamente, exigiendo, como Capital de Provincia, el que dicha Unidad Militar se instalase en esta ciudad.
Así quedó planteada, una virtual contienda de competencia.
La discusión llegó a Santiago y de ella, incluso, se hizo eco la prensa capitalina. “El Diario Ilustrado” del 26 de junio de 1909, señalaba que, en el trámite de instalación de aquella guarnición en Retiro había intereses de los antiguos propietarios de la Fábrica de Azúcar, quienes deseaban hacer un buen negocio, vendiendo las instalaciones al Fisco, ante el quiebre de la empresa:
“Los actuales dueños de aquel fundo y los de los galpones que se construyeron recurren ahora al padre Fisco para establecer en los últimos una guarnición militar… En pleno desierto – allí, si no se guarnece a nadie - contemplará las estrellas”.

Sin embargo, como los edificios no estaban en condiciones de ser ocupados por un Cuartel, el gobierno debió instalar obras y disponer fondos para reparar el inmueble. La situación levantó agudas y destempladas críticas:
“Lo extraño – decía el diario capitalino ya citado – es que se haya pensado en establecer en ese desierto una guarnición militar, que por treinta razones debe estar en las ciudades”

Similar juicio y criterio tenían los jefes de las Fuerzas Armadas. En la memoria de 1908, el General Körner había manifestado - coincidiendo con lo manifestado verbalmente a las autoridades linarenses, según se vio - que la guarnición, de instalarse en la Provincia de Linares, debía ser en la ciudad capital.
Pero, pese a esto y contraviniendo todas las opiniones, el Gobierno mantuvo su idea. La polémica llegó al Congreso: el diputado por Linares, don Luis Pereira, al intervenir en la Cámara, manifestó vehementemente, que aquella compra era “inconveniente para los intereses fiscales”.
El escándalo creció: el Alcalde de Linares, don Carlos Alfredo Evans dirigió un oficio a los parlamentarios de la provincia, Luis Pereira Iñiguez y Guillermo Ramírez Sanz, en donde reclamaba firmemente por lo sucedido. En el texto se señalaba que, la Municipalidad de Linares habría hecho un aporte en dinero para instalar el Cuartel en esa ciudad, si las normas legales se lo hubieren permitido, a la vez que representaba al gobierno las reiteradas negativas de éste para traer un Regimiento a Linares, aduciendo escases de fondos del erario nacional.
El diputado Luis Pereira reaccionó, pidiendo al Ministro de Guerra, Roberto Huneeus Gana, que no diera curso a las adquisiciones en perspectiva, hasta resolver el tema de manera más lógica. Sin embargo el diputado Guillermo Ramírez Sanz guardó silencio: su familia tenía propiedades en Retiro y no le parecía mal la idea de contar, en esa comuna, con un Regimiento.
La noticia cayó como balde de agua fría en Linares. El Progreso, que llevaba la voz de liderazgo en esta campaña, señaló la necesidad de,
“Mantener una constante correspondencia con las personas que en Santiago trabajan en empeño para conseguir para Linares una guarnición militar y mantendremos a nuestros lectores al corriente de la marcha que sigan estas gestiones”.
La situación pudo haber cambiado a última hora: el vecino don Luis Urzúa Vicuña logró, merced a sus contactos, que la Cámara aprobara un ítem destinado a adquirir el terreno y edificios necesarios para ubicar un Cuartel Militar en Linares, además del aporte – ya sea en dinero o terreno – que harían los vecinos. Los linarenses cantaron victoria.
De inmediato se convocó a una reunión masiva en la Alameda, efectuada el domingo 20 de diciembre. En ella habló el Alcalde Evans, quien, en lenguaje nada contemplativo, expresó con marcado y crítico acento:
“En las esferas de gobierno vuelve a tramarse una afrenta para la ciudad en que vivimos.
La Guarnición Militar que por derecho nos corresponde, quiere negársenos, y llevarla al apartado sitio de un miserable caserío de los campos.
¡Esto no lo podemos permitir!”.
Los discursos siguientes de Francisco U. Zarate y de Leonidas Rossel, reforzaron aquellos juicios. Todos estaban dispuestos a luchar por la Guarnición Militar e informar de esta decisión a la Moneda.
Las notas de prensa que siguieron a esta manifestación pública, plantearon que la decisión del gobierno, para llevar la Unidad Militar a Retiro, no era otra que valorar las propiedades de los parlamentarios y familias del sector. Se aludió directamente a don Florencio Valdés Cuevas – propietario de la zona - cuñado de don Ramón Barros Luco.


JAIME GONZALEZ COLVILLE
Academia Chilena de la Historia
Freddy Mora | Imprimir | 1076