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El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Opinión 16-06-2021
CENTENARIO DE LA ESCUELA DE ARTILLERIA DE LINARES

Continuamos dando a conocer los orígenes de la fundación de la Escuela de Artillería de Linares, desde los primeros afanes de los linarenses, su creación en 1921 y hasta 1930, cuando se consolida en la Provincia y el país. (De nuestro libro inédito, Historia Militar de Linares)
CAPITULO 13

En marzo de 1914, como ya era costumbre, se efectuaron en la zona de Linares las Maniobras Militares que disponía cada año el Alto Mando del Ejército, las que además incluyeron Talca y Linares - a cargo de los Regimientos Buin y Pudeto - Esta vez se determinó la participación de la naciente aviación militar, con los pilotos Arturo Urrutia Villarroel, Tucapel Ponce Arellano y Alejandro Bello Silva79, donde actuarían como oficiales observadores el Mayor Humberto Banderas Le Brun y los capitanes Juan Negrete Duran y Javier Palacios Hurtado.
La situación del Cuartel Militar de Linares, por otra parte, se agudizó con la proximidad de las elecciones parlamentarias. De igual forma, como en los comicios de 1912 se defendió por todos los candidatos el ferrocarril de Linares a Panimávida y Colbún - el cual se inauguró en febrero de 1914 - ahora la ciudadanía ponía el acento en la concreción de la terminación del inmueble castrense. Los juicios y advertencias eran tajantes y precisos: se detalló crudamente que ya iban para cuatro años el abandono de estas obras, recalcando


la necesidad e importancia que ello, como desarrollo y movimiento para la vida de la ciudad. Editorialmente, la prensa decía:
“Manifestemos a éstas (las autoridades) con valentía y franqueza que no las necesitamos cuando no respetan nuestros derechos y no defienden debidamente nuestros intereses; sí que las apoyaremos con calor y decisión cuando hagan labor fructífera, patriótica y abnegada.
Procedamos de igual manera con nuestros representantes de la provincia: con nuestros votos hagamos caer sin la menor consideración, a los malos; y con ellos también sostengamos y levantemos a los buenos, a aquellos que no se burlan de nuestra confianza y de nuestros anhelos legítimos de prosperidad”.
Con lenguaje nada conciliador y tono enérgico, la nota periodística dejaba entrever que la paciencia estaba en el límite en el tema del Cuartel:
“Seamos hombres alguna vez y abordemos a nuestro Intendente para que, de común acuerdo con él, pidamos al Supremo Gobierno que conceda los fondos necesarios para continuar la obra abandonada: la construcción del Cuartel Militar. Este sería un medio para dar trabajo a muchos obreros que no lo tienen actualmente y en cuyos hogares comienzan a sentirse ya los desastres del hambre”.
La crónica se dirigía principalmente al Intendente de la Provincia Carlos Rojas Valdés. En tono imperativo, se le exhortaba a hacerse cargo:
“De varias de las consideraciones expresadas. Unido en sus impulsos de buena administración con los caballeros influyentes en la política de la localidad, moverá toda clase de influencias a fin de conseguir que los poderes públicos acuerden en el presupuesto el dinero necesario para continuar los trabajos del Cuartel Militar. Ahora es oportuno pedirlo, y si se obtuviera evitaríamos la pérdida de los cimientos de la construcción en referencia, que valen más de cincuenta mil pesos, y habría trabajo para multitud de individuos que en poco tiempo más estarían quizás sufriendo las consecuencias de la mayor miseria”.
La presión hacia las autoridades de parte de la ciudadanía linarense era cada vez mayor, más apremiante y menos contemplativa. Lo logrado hasta ese instante en el Cuartel Militar era fruto del esfuerzo, gestión y tesón de vecinos destacados y de una débil intervención de los estamentos municipales o de gobierno. La situación era insostenible y ya no satisfacían las visitas de delegaciones militares o civiles, quienes daban su aprobación y expresaban los buenos propósitos para el proyecto, pero luego todo volvía a detenerse. En pocos días todo lo descrito llegaría a niveles hasta ahora inéditos en Linares.

LAS INTENSAS GESTIONES DE 1915
Las maniobras militares de 1915, esta vez efectuadas en marzo, centraron su mayor campo de acción en Linares, más precisamente en San Antonio, lo cual provocó un gran entusiasmo en la ciudadanía:
“Han continuado llegando a esta ciudad – decía la prensa – las diferentes unidades del Ejército que forman la III y IV Divisiones.
En la mañana de ayer llegó el Regimiento Dragones de Curicó, que hizo la caminata por tierra en cuatro jornadas, dirigiéndose de inmediato al campo de concentración de San Antonio. En la tarde llegó el Tucapel de Temuco y en las últimas horas el Caupolicán de Valdivia que pernoctó en la Alameda. Ejecutó algunos ejercicios que fueron muy aplaudidos por el público.
La línea férrea que se construye para las maniobras por el Cuerpo de Ferrocarrileros, y que tiene su punto de arranque en San Rafael, mide ya un kilómetro, más o menos, de extensión llegando hasta el estero Panguilemo. En este lugar se ha construido un puente que ya está terminado.
En el Cuartel del Chorrillos, en Talca, se ha instalado uno de los almacenes de aprovisionamiento para las tropas que tomaran parte en las maniobras.
Hoy llegaran otros cuerpos.

Mañana arribarán por tren los regimientos Chillán y Cauquenes, respectivamente.
Hoy deben partir de Lo Espejo hacia esta ciudad la flotilla de aeroplanos compuesta de cinco unidades, al mando del Capitán Pérez Lavín.”
Al término de estas maniobras - y como muestra de esta cada vez más definida integración militar con Linares - los jefes y oficiales de la III División donaron al respetable vecino don Antonio Lamas B. un artístico reloj de comedor, en cuya base se instaló una placa con los nombres de todos los cuerpos que formaban la III División. Este reconocimiento se fundamentó en que, durante las maniobras, el señor Lamas permitió y dio las facilidades a parte de las unidades en campaña, para ubicarse en su fundo de San Antonio y, al final de las maniobras, invitó a jefes y oficiales a un almuerzo en su casa.


Foto: Maniobras Militares de 1915 en Linares y la zona


JAIME GONZALEZ COLVILLE
Academia Chilena de la Historia

Freddy Mora | Imprimir | 809