jueves 03 de julio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Opinión 05-10-2021
HNO. JUAN AYUSO ARROYO SM, RELIGIOSO MARIANISTA Burgos (España) 24 junio 1933 - Santiago (Chile) + 03 octubre 2021 -“Una vida religiosa y educativa, dedicada a los demás”-
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Con profunda tristeza, nos informamos que el Hno. Juan Ayuso Arroyo, ha partido al encuentro del Padre. Las primeras palabras que se nos vienen, para evocar a D. Juan, son emoción y recuerdos, porque esas palabras son parte del espíritu y que nos llevan a retroceder, para recordar y conocer la belleza de vivir de cada ser humano.
Evocar es soñar con el pasado, pleno de emociones y en el silencio personal. Es el paso de las acciones realizadas y los efectos que ellas tienen en el entorno familiar, en los amigos y en el trabajo diario. Es traer al presente recuerdos que muchas veces tienen un velo de dolor -como en esta ocasión-, escondiendo lágrimas de risueña esperanza.
El paso de D. Juan por esta vida y por los colegios de nuestra ciudad: Escuela San Miguel Arcángel y el Instituto Linares, dejó huellas imborrables de buen ánimo y de diligente quehacer en sus labores como religioso, docente, directivo, y ser humano.
Recuerdo que celebrábamos con júbilo, afecto y gratitud, sus 60 años de vida religiosa de nuestro amigo y colega, Hno. Juan Ayuso Arroyo en la iglesia catedral de Linares (año 2011), cuya profesión de votos religiosos la hiciera un 12 de septiembre de 1951.
Oportunidad en la cual se agradeció todo el esfuerzo y empeño al cumplir un aniversario más de vida consagrada, al servicio de la educación de niños y jóvenes -en el viejo continente y en colegios de este nuevo mundo-, lugares donde desarrolló su labor religiosa y pedagógica.
Expresamos nuestros sentimientos, y agradecemos el apoyo de una comunidad religiosa que se ocupa de la educación de tantos jóvenes en el mundo y por la generosidad de tantos buenos y sinceros amigos, esta comunidad y a quienes Dios ha puesto en nuestra ciudad, a través de la Compañía de María.
Las presentes líneas, son para recordar y dedicar un sentido homenaje a D. Juan Ayuso, quien decía con su acostumbrada y sencilla profundidad, que: “esto no es nada, hay tareas y gente mucho más valiosa e importante en este mundo”.
Don Juan nació, en un pueblito de Burgos (España), el 24 de junio de 1933, en el seno de una familia numerosa (11 hermanos, nada más y nada menos... en el lenguaje matemático que él dominaba a cabalidad.
A los 13 años, junto a uno de sus hermanos, inicia su preparación para marianista. Fueron cuatro años de postulantado y uno de noviciado.
El 12 de septiembre de 1951 hace su primera profesión. Luego vienen tres años más de preparación pedagógica y… ¡a trabajar!
Su primera destinación fue Tetuán, en el norte de África; luego en Ciudad Real (España) y en 1958, luego de cruzar el charco, llega a este Chile querido.
Destinado a la Villa de Linares, permanece dos años en el Instituto Linares y cuatro como director de la emblemática y generosa Escuela San Miguel Nº 3, donde realiza un trabajo duro y abnegado, pero con una alegría en sus labores diarias.
En 1964 es trasladado a Santiago, como director de la sección Básica, por varios años, dando muestras de gran pedagogo, especialmente en los cursos de pequeños.
Regresa a Ciudad Real y luego estuvo en Ediciones SM, donde editó un libro de texto de Matemática para cada curso de Básica, actualmente vigente en la Madre Patria; desde donde vuelve a Linares, en 1982, para asumir la Dirección de Educación Básica, hasta 2001.
Desde hace algún tiempo, alejado de las tareas pedagógicas y sus labores se encaminaron, más bien, y en forma diaria, a realizar trabajos muy generosos en la casa de la comunidad de los religiosos marianistas en Linares. Se le veía contento en esta tarea, muy alejado de pruebas, correcciones, tareas y deberes administrativos de la diaria labor docente y directiva, como lo fue para él durante tantos años. Luego fue traslado a Santiago, lugar más cercano de los centros de salud especializados, para tratar las dolencias propias de su salud.
Prosiguiendo el camino de su vida, Don Juan prefirió el bello y menos exigente ritmo de una ciudad como la nuestra, para quedarse para y viéndolo desde la perspectiva de hoy, en Linares seguimos viviendo -no tan lejos de los problemas- pero sí muy felices y con algo de provinciana tranquilidad, cosa que no pueden asegurar quienes viven en las grandes ciudades, salvo que se está más cerca de todo lo administrativo.
Por compartir tareas tan hermosas como educar a tantos jóvenes linarenses, para contar con una sociedad más justa, menos hedonista y más solidaría, agradecemos el valioso aporte de d. Juan, quien ha partido a encontrarse con quienes le antecedieron.
Un buen día el Padre Chaminade, orando a los pies de la Virgen del Pilar, descubrió la misión que Dios quería para él y desde ese momento partió una obra que hasta hoy continúa con fuerza a lo largo y ancho de todo el mundo, dando testimonio de amor y fe en Dios y en la Virgen María, de igual forma que lo siguen haciendo en Chile, sacerdotes y religiosos, desde obras educativas como el Instituto Linares. ¡Gracias, estimado d. Juan Ayuso, misión cumplida!



(Manuel Quevedo Méndez)
Freddy Mora | Imprimir | 1589