lunes 30 de junio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 01-02-2022
Tensión en el Asia Pacífico
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Durante estos últimos días, los ojos del mundo han estado posicionados en Rusia y Ucrania, a todas luces parece inminente un ataque por parte de las tropas lideradas por el Kremlin, a su antiguo territorio, hoy independiente, de Ucrania. Sin duda que, en el ámbito internacional, esto va a tener un seguimiento muy en detalle y por supuesto, que lo veremos en una futura columna.
Pero hoy, la idea, es que volvamos la vista a otro conflicto de tipo geopolítico que, producto de las acciones ya mencionadas, ha pasado quizá en un segundo plano y es la pugna entre China y los países occidentales por el control de los espacios oceánicos y la amenaza china sobre Taiwán.
Cuando Joe Biden asumió el mandato de los Estados Unidos, una de las primeras acciones a nivel internacional fue la visita del Secretario de Estado Antony Blinken y del Secretario de Defensa Lloyd Austin, ello no fue casual. Desde el inicio de este año, la inestabilidad del Asia-Pacifico, región tan ligada a nuestro país, es cada vez más inestable.
Xi Jinping, líder de China, desde el momento de asumir el gigante asiático, ha marcado el camino. Así en el año recién pasado, cuando se conmemoró el centésimo aniversario de la fundación del partido comunista chino, propuso cumplir el “sueno chino” que incluye ser una gran nación y además, hacer de China un territorio próspero, civilizado, armonioso y un moderno país socialista para el 2049, año en que se celebrará el centenario de la creación de China como un estado.
Ello no solo fue un discurso motivacional, al contrario, tiene un profundo significado que se ha llevado a cabo conforme a la planificación meticulosa de Beijing. China, ha aumentado sustancialmente su gasto en defensa, ampliándolo porcentualmente en un 6,8%, el más grande desde 2019, lo que le ha permitido desarrollar una modernización armamentística, con industria propia, representada en la construcción de portaaviones íntegramente hechos en China y el desarrollo de misiles balísticos de producción propia. Hoy, tanto la Fuerza Aérea, como la Armada China, tienen la capacidad de realizar operaciones de largo alcance, presentando una seria amenaza a naciones pequeñas que habitan el mar de China como, por ejemplo, Taiwán.
Ello no ha estado ajeno a la mirada de las potencias occidentales. Taiwán es un estado democrático, reconocido por algunas naciones como un país independiente, con una sólida economía y es un gran aliado de occidente, con una ubicación estratégica en el área.
Si a esto se suma la situación de la península coreana, la cosa se complica aún más. En efecto, desde su llegada al poder en el 2012, el líder norcoreano Kim Jong-un, ha incrementado su pugna en contra de Estados Unidos y sus aliados en la zona, desarrollando, especialmente su capacidad de lanzamiento de misiles balísticos, incrementando las tenciones en la península. Lo anterior, a pesar de los ejercicios que realiza permanentemente USA con Corea del Sur y Japón, más las severas restricciones y embargos económicos impuestos sobre Corea del Norte, no han hecho disminuir las capacidades claves de la tecnología de esta última nación.
Corea del Norte ha reactivado sus pruebas con misiles balísticos de largo alcance. En efecto, el sábado recién pasado, Kim ha efectuado el lanzamiento del misil más peligroso desde el 2017, el cual ha sido probado con éxito según relatan fuentes internacionales. Los analistas indicaron entonces que, por la trayectoria del misil, podría haber alcanzado un rango de 4500 kilómetros si hubiera usado un ángulo que maximizara su trayectoria, con lo que podría haber llegado al territorio estadounidense de Guam, en el Pacífico, según lo destaca CNN.
Pero las potencias occidentales no se han quedado atrás, seguido de grandes ejercicios militares entre Estados Unidos y sus aliados en la zona, se suma el pacto llamado AUKUS, donde Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, han firmado un acuerdo de cooperación en materia de seguridad y apoyo militar, lo que no estuvo exento de polémica, ya que, a último minuto, Australia decidió no adquirir submarinos convencionales encargados a Francia, ya que USA y el Reino Unido, ofrecieron a Australia la construcción de submarinos nucleares, lo que enfureció a China y marca de hecho el objetivo de Biden de frenar el avance del gigante asiático en la zona.
Actualmente, la situación está en una tensa calma, pero no ajena a movimientos, donde por ahora el más preocupado o perjudicado podría ser Taiwán, ya que, a pesar del apoyo demostrado por occidente, no tiene cómo hacer fuerza ante la gigante presencia de China.
En estos dos últimos años, la diplomacia china ha utilizado todas las fuentes de acercamiento para ir posesionándose en el área. La situación de la pandemia del COVID-19, ha sido explotada de forma sobresaliente y la “diplomacia de las mascarillas”, ha otorgado al gigante asiático la imagen de un país que apoya con sus medicamentos y elementos, para la protección de los equipos sanitarios y de la civilidad toda. Eso no ha pasado desapercibido para las potencias occidentales, por lo que, este conflicto de intereses, lejos de terminar esta recién creciendo en una forma insospechada, que sin dudas, traerá consecuencias en países como el nuestro, tan abierto a los mercados internacionales y con un gran interés en el área, debido a los múltiples tratados de comercio con el Asia Pacífico y con el creciente intercambio comercial con China que, como lo señaló “Portal Portuario”, en el primer cuatrimestre del 2021, alcanzó un crecimiento de un 46,1 % en relación al mismo periodo del año anterior.

*Director de la Escuela de Artillería, Magister en Planificación Operacional y Magister en Educación Superior. Profesor universitario. Es post graduado en Relaciones Internacionales en el Royal College of Defence Studies y post graduado en pensamiento Estratégico en el King’s College of London, ambos en el Reino Unido.


Rodrigo Serrano Quintana
Freddy Mora | Imprimir | 815