sábado 12 de julio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Opinión 25-01-2022
AMAR
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Más de algunas personas se enorgullecen o se quejan de que se enamoran y se desenamoran con demasiada facilidad. Si nos interrogan, la mayoría de nosotros llegaremos a nombrar la cantidad de veces que nos hemos enamorado. Esto sucede puesto que calificamos de amor a más de una de nuestras experiencias vitales sin que realmente sea amor.
Trataré entonces de hablar del amor.
En el Simposio de Platón, Diótima de Mantinea se señaló a Sócrates, que el amor no se dirige a lo bello, sino a concebir y nacer en lo bello. Amar es desear concebir, procrear, y por eso el amante busca y se esfuerza por encontrar la cosa bella en la cual pueda concebir. En otras palabras, el amor no encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino en el impulso a participar en la construcción de esas cosas. Nos ayudará a entender de mejor manera la idea de procrear el amor su significado en hebreo el cuál es “yo doy”, es darse y al darme a los demás estoy haciendo que en el otro crezcan cosas bellas, se cree el amor absoluto. Por tanto el amor no se encuentra, sino que se construye entre dos, crece y florece, en el darse mutuamente.
Es por ello que amar significa abrirle la puerta a ese destino, a la más sublime de las condiciones humanas en la que el miedo se funde con el gozo en una elección indisoluble, cuyos elementos ya no pueden separarse. Abrirse a ese destino significa en última instancia, dar libertad al ser: esa libertad que está encarnada en el otro.
Por otra parte, el amor es el anhelo de querer y preservar el objeto querido. Un impulso a la expansión, a ir más allá, a extenderse hacia lo que está allá afuera. El yo amante se expande entregándose al objeto amado. El amor es la supervivencia del yo a través de la alteridad del yo. Y por eso, el amor implica el impulso de proteger, de nutrir, de dar refugio, y también de acariciar y mimar, o de proteger.
Citando el Libro “El Principito” su dialogo con la rosa, podremos comprender aún más la vivencia del amor. “Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades ni mis inviernos. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar. – Ya entendí, dijo la rosa. – No lo entiendas, vívelo, dijo el Principito”.
Amar es buscar la felicidad de la otra persona, amar desinteresadamente, el amor no exige amor, el amor no pone condiciones, amar es abrir el corazón para darse así mismo a la persona amada.

Ángel Arellano Hernández
Lic. en Ciencias Religiosas
Freddy Mora | Imprimir | 927