En Chile, el impacto de la pandemia actual ha provocado una de las peores recesiones en su historia, causando una caída en la actividad económica de un 14,1% para el segundo trimestre del 2020 (mayo-julio). A modo de comparación, la caída del PIB durante la crisis de 1982 fue de -13,6%. Del mismo modo, ha afectado en gran medida al mercado nacional; reducción de los ingresos a la vez de un alto desempleo tanto en el sector formal como en el informal. De hecho, el Informe Mundial sobre salarios 2020-2021, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo concluyó "la pandemia de covid-19 provocó que, en el primer semestre del 2020, los salarios mensuales de dos terceras partes de los países que se disponía de datos oficiales se redujeran o crecieran lentamente". Este tema concierne a los chilenos, pues en una encuesta realizada por la UAI, el 43% consideró los sueldos y el empleo como el mayor problema que se vive hoy, dejando al coronavirus en un segundo plano (25%).
Según cifras del INE, la masa salarial, que corresponde al total de ingresos laborales recibido por los trabajadores, cayó un 13,2% anual, registrando una baja más significativa en el sector privado. Asimismo, la Cámara Nacional de Comercio informó que, debido a la imposibilidad de salir a las calles, los ocupados informales han sido de los más afectados, calculando una baja de 34,1% anual en agosto, logrando marcar caídas sobre el 30% en tres meses consecutivos. Con respecto a los ocupados formales, su masa salarial cayó un 13,9% anual, siendo esta una caída igualmente significativa, dejando en evidencia lo mucho que el COVID-19 ha perjudicado al mercado laboral. Por otro lado, el crecimiento de los indicadores de salarios nominales, es decir el Índice del Costo de la Mano de Obra (ICMO) e Índice de Remuneraciones (IR), retrocedió hasta 2,2 y 2,6%, respectivamente. Esto se debe a una importante disminución de las horas totales trabajadas. Por sectores, la reducción de los salarios fue generalizada, destacando el transporte, el comercio y la construcción. Sumado a ello, el crecimiento anual de los salarios reales cayó 1,2 y 0,8% (ICMO e IR, respectivamente), llegando a registrar contracciones como en abril (-0,7%) y mayo (-0,1%), meses en los que la caída de ingresos fue compensada parcialmente por el gobierno a través de subsidios y programas de ayuda.
A partir del año 2021, las perspectivas de una mejoría económica se muestran más positivas, pues a pesar de que el 2020 cerró con una caída anual del PIB del 5,8%, el éxito del plan de vacunación ha dado paso a la posibilidad de la apertura de los mercados junto a una reactivación económica. No obstante, la recuperación del mercado laboral va más atrasada que la de la actividad, manteniendo una gran brecha de empleo en comparación a los niveles pre-pandemia. En materia de sueldos, las cifras del INE muestran aumentos en doce meses tanto del IR como del ICMO con 4,3% y 5,2% respectivamente, las mayores incidencias anuales positivas fueron de los sectores Comercio, Industria Manufacturera, Construcción y Minería. Por su lado, el IR real creció 1,4% en doce meses, este indicador mide la evolución de las recomendaciones, ajustadas por la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC). La remuneración media por hora ordinaria se situó en $5.338. Para las mujeres, el valor alcanzó $5.043 y para los hombres, $5.592. En tanto, el costo medio de la mano de obra por hora total fue $6.125, ubicándose en $5.769 para las mujeres, y en $6.434 para los hombres.
Para concluir, se deja en evidencia lo mucho que la pandemia del covid-19 ha perjudicado a los salarios, problema que sigue perdurando en la actualidad. Dentro de la agenda política, algunos sugieren un aumento significativo en el sueldo mínimo como solución, sin embargo, expertos señalan que la medida empeoraría la situación del mercado laboral debido al desempleo. En cambio, el gobierno tiene planeado seguir otorgando ayudas a las familias y pymes, lo cual, sumando las proyecciones optimistas en la reactivación económica, posibilita una recuperación de los ingresos.


(Aarón Alejandro Molina, estudiante regular de la Facultad de Economía, Universidad de Chile)