Al ritmo de la Cabalgata de las Valkirias
viene la lluvia y las nubes negras
a empellones, compiten entre ellas
en ser las primeras en regar
las sedientas flores
y refrescar los rostros de la gente,
sin hacer distinciones de razas ni colores.

Los truenos y los ventarrones como música
de vanguardia de la “Cabalgata”,
anuncian su llegada con gotas de lluvia
que ya golpean los techos y ventanales,
los árboles doblan sus troncos
y los animales inclinando su cerviz,
saludan ceremoniosamente la llegada
de la lluvia, generosa con su misión solidaria
libre, sin ser parcelada aún
por las avaricias humanas

¡Allí viene!
Comentaba un pimiento sediento
en las serranías de Combarbalá y Cabildo.
Un roble y un retamo citadinos
le ofrecían sus deslucidos follajes
para ser limpiados por el agresivo smog.
Y en las faldas de la cordillera
queltehues hacían sus acrobacias
en el cielo ya borrascoso
con sus alegrías y cantos
y sus piruetas dignas del mejor ballet
de los grandes salones de la danza.

¡Ahí viene!
Exclamaba un magnolio a un cerezo,
ya sus raíces bebían los primeros
sorbos del maná que caían del cielo.
¡Sí! ¡Ahí viene!
Cantaba la Violeta, junto a
un jazmín y a un pensamiento
y las gotitas, cual muchedumbre
de traviesos y juguetones niños
comenzaron a correr y rodar
Por cada vericueto de la Madre Tierra.

¡Vamos! ¡Vamos!
Se decían una a otras,
vamos a cumplir con nuestra
noble tarea de darle
“de beber al sediento”,
y corrían y rodaban entre rocas y sarmientos,
entre tejas y senderos,
Y a porrazos cantarines, llegaban a suelo.

¡Vamos! ¡Vamos!
Que tenemos
que cumplir la misión
encomendada por el poeta
¡Regar jardines y amores!
Que angustiados en sueños nos esperan
para que broten las más bellas flores
para ser regaladas a sus amores
…en primavera.

¡Vamos! ¡Vamos!
Sumerjámonos en la tierra
con avidez, escurrámonos
entre surcos y madrigueras
y así el poeta tendrá sus rosas
en la alegre y colorida primavera
para llevarlas a su amada
que con sus encantos y besos
…lo y las espera.


Carlos Cabezas Gálvez
Escritor y ensayista chileno