Un fenómeno climático inédito se produjo en la provincia de Linares cuando desde aproximadamente las 5.30 horas del día 8 de agosto de 2007, empezó a nevar copiosamente, tendiendo un manto blanco sobre la superficie, lo que se prolongó hasta las 9.15 horas.
El Heraldo, en su edición del 9 de agosto, publicaba a propósito de este fenómeno que sorprendió a los linarenses que “en el sector rural estaba todo cubierto y la circulación de los vehículos se hacía dificultosa, debiendo los conductores tomar precauciones y reducir considerablemente la velocidad”.
La ciudad de Linares estaba bajo una gran capa de nieve, y la gente, para perpetuar este momento único, utilizaba cámaras fotográficas y de video, no faltando la escena de niños jugando con nieve cuando a esa hora se desplazaban a sus colegios.
El antiguo taxista del paradero de la Plaza de Armas, Daniel Vega, recordó que cuando era niño alguna vez vio algo similar, aunque reconoce que nunca nevó tanto como esta vez y en plena ciudad.
Cerca de las 6 de la mañana, los linarenses se avisaban unos a otros telefónicamente que estaba nevando para así capturar a través de las fotografías ese momento o simplemente disfrutar observando el fenómeno.
El gobernador de Linares, Luis Suazo, entregó un informe de lo ocurrido con la inesperada nevazón, precisando que “la principal emergencia se produjo en la zona de la precordillera, con un metro de nieve en sectores como El Melado, Los Hualles, Chupallar, Monte Oscuro y Pejerrey”.
“La nieve ha complicado el desplazamiento oportuno y no podemos llevar alimentos ni forraje a los animales, pero en cuanto mejoren las condiciones esperamos subir para entregar la ayuda requerida”, afirmaba la autoridad.