lunes 30 de junio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 20-06-2021
NO SIRVE EL CAFÉ CALIENTE, SE REQUIERE MÁS
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Este invierno, en el medio de la pandemia COVID-19, que ya se ha llevado a más de 30 mil personas en todo el país, al menos otras 7 han muerto en la calle en la región del Maule: 2 en Linares, 3 en Cauquenes y 2 en Constitución. El argentino Fito Paez, en su canción “La ciudad liberada” dice: “La calle no es un buen lugar para vivir, mucho menos para morir”, y tiene razón, porque esa muerte es el símbolo de vidas marcadas por la vulneración de todos sus derechos. Vivienda, agua potable, alimentación, salud física y mental, empleo decente, lazos familiares… todas esas dimensiones del bienestar que están malamente satisfechas para los cerca de 20 mil hombres, mujeres y niños que se estima hoy viven en situación de calle en Chile.
El Plan de Invierno de Ministerio de Desarrollo Social ha impulsado y financia albergues y rutas que permiten a atender a un número importante de personas que viven sin un techo que los cobije. En el Maule Sur, estos dispositivos alcanzan para cubrir a 60 personas diarias en alojamientos temporales: 3 albergues en Linares y usuarios de una Ruta Calle que a diario reciben alimentación, abrigo y artículos de aseo en Linares. Hogar de Cristo se ha sumado a esta tarea ejecutando uno de estos albergues y la Ruta señalada, a las que se agregan las 20 personas que atendemos los 365 días del año en nuestra Hospedería en Linares. En Cauquenes, la única alternativa para estas personas son las 20 camas que están disponibles en nuestra Hospedería, y en Constitución existen iniciativas de voluntarios que se organizan para llevar comida caliente algunas noches de la semana y la de los comedores solidarios que funcionan de día.
Todos estos esfuerzos son valorables, pero, sin duda, resultan insuficientes y no resuelven el problema de exclusión y vulneración que padecen estas personas. Para salir de la calle, se requiere Vivienda Primero, un programa social revolucionario, que nace en Nueva York, en los años 90, como Housing First, y que en Chile ya favorece a más de 350 personas en varias comunas del país. Se trata de partir por entregar una vivienda, para máximo tres personas, con dormitorio y baño individuales, y sin condiciones ni exigencias previas, además de apoyo psicosocial permanente durante 3 años. Esa es la “palanca” que permite ir consiguiendo todo lo demás: los controles de salud, la capacitación en oficios, el empleo, el desarrollo de redes y –sobre todo– la recuperación de la dignidad.
Esas 7 personas muertas, doblemente caídas, en la vida y en la calle, no se merecían ese destino. Ciertamente, debimos hacer por ellas mucho más que llevarles café caliente y frazadas algunas noches de invierno. Ojalá Vivienda Primero se instale como una respuesta estructural, porque es una política comprensiva, desprejuiciada y humana.

Mauricio Zorondo, jefe territorial de Hogar de Cristo en Maule
Freddy Mora | Imprimir | 3943