martes 23 de abril del 2024 | Santoral Jorge
El Diario del Maule Sur
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Opinión 21-04-2021
NOS LLEGÓ LA HORA



Si bien pasamos en estos momentos, por la peor parte de la pandemia, “el ojo del tornado” dirían los caza tornados, lo cierto, es que, esta no es ni por lejos lo peor que nos podría pasar como sociedad humana del siglo XXI.
La inoculación exitosa rendirá sus frutos, Israel es el camino…vaya paradoja, o confirmación diría algunos (serrano, su más conspicuo conspiracionista), ya que, en unos meses, si todo sigue igual, la inmunidad de rebaño comenzará a dar sus primeros resultados, y tal como los adelantados de Israel podremos dejar de lados los barbijos, mascarillas o mascaras, como quiera usted decirles.
¿Por que digo esto entonces?, bueno, por que la evidencia es abrumadora.
La presente pandemia no será la última de este siglo, ni por mucho, difícil aventurarse. Lo que si podría elucubrar, es cómo serán las otras. Creo, según la evidencia, que no tendrán que ver tanto con mutaciones creadas en laboratorios, como temíamos en los noventa (recordemos el atentado en Tokio con gas sarín), sino más bien, con lo que le hemos hecho al Planeta en estos últimos 200 años aproximadamente.
Si, desde la misma revolución industrial.
Me refiero al cambio climático.
Pero, ¿que es eso?
Tanto hablamos de ello, que ya perdió todo sentido, interés y relevancia para muchos…una palabra vacía, dirán otros, engañosa, según Trump, Bolsonaro y Putin, pero real, para quienes lo palpamos cada día.
Veamos. El gran problema del cambio climático es el llamado efecto invernadero, que no es más que el calentamiento del planeta tierra, producido por la liberación de C02, en el medio ambiente, que no se libera al espacio, y que se mantiene dentro de la atmosfera, recalentado la superficie terrestre.
¿Se entendió? Simple, se nos está recalentando el planeta.
Y ello puede resultar en una catástrofe.
¿Por qué?
Según las estadísticas, desde del comienzo de la Revolución industrial, la temperatura del planeta ha subido en promedio 1 º, (Bill Gates: Cómo evitar un desastre climático) sin embargo, ello ha sido suficiente para elevar los océanos en 50 a 60 cms, con las consecuencias e inundaciones que aquello significa, sino pregúntenles a Holanda, Indonesia, Filipinas, Venecia o Miami, que cada año pierden más territorio inundado por el océano. Imagínese lo que sucedería con 2, 3, 4 o 5 grados más como se pronostica para fines del año 2100.
Y los océanos, que cada año pierden más especies, ya sea por el calentamiento de las aguas, ya que, por sino sabían los peces necesitan oxigeno para sobrevivir, y al saturarse por el calor mueren. Si a eso le sumamos el plástico vertido al mar que ya supera la superficie de España (la isla de plástico), el colofón final es devastador. Algunos, incluso, ya aconsejan no consumir mariscos y peces, por estar saturados de micro plástico.
En cuanto a la tierra, su degradación al producirse sequias extensas como las que padécemos en Chile desde hace 14 años a la fecha, ha generado planicies erosionadas, y estériles, que derivarán en pérdida de capacidad y rendimiento de la misma haciendo imposible seguir sembrando TRIGO, MAÍZ, SOJA, o ARROZ, los principales alimentos de la humanidad, tal como ya ocurre en miles de hectáreas del centro oeste americano. Y por si no fuera peor, al calentarse la tierra, los incendios forestales son la consecuencia más palpable. Ya lo señalé en otro artículo anterior. La cantidad de incendios forestales en el mundo ya son una catástrofe. El año 2019 hubo 4,5 millones de incendios que abarcaron como mínimo un kilómetro de extensión cada uno. Lo peor, hoy tenemos incendios en el Ártico.
En otras palabras, el mar está contaminado, la tierra está seca, las aguas dulces contaminadas, y en retroceso, los peces se están acabando, las cosechas serán menos rendidoras, y el aire esta contaminado con micro partículas cancerígenas. Y usted, ¿se preocupa por no poder salir de su casa al mall?
Finalmente, respondiendo la pregunta inicial.
Habrá pandemias, si, pero por el hambre, la sequia y la contaminación de los mares, ríos y océanos.
¿Podemos hacer algo?, bueno, lo dejo para otro artículo.
Por ahora tomemos conciencia del momento en que estamos.

Héctor Hernández Bórquez.
Abogado UdeC.
Magíster en Derecho Público ©
Diplomado en Recurso Hídricos para la Agricultura y la Minería. CRHIAM.
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