Ocultándome del mortal virus, etéreo me deslicé a la biblio de mi ciudad, mimetizado en la sombra invernal, sin atisbo de luna, ni charloteo de estrellas.
Allí, gritaban, reían, pifiaban, se escuchaban adjetivos censurados, en suma, un desatado babel.

Conserva la calma nuestro linarense, Edilberto Domarchi, poeta, cuentista, crítico literario. Orgulloso de su aldea, y de su poema Vida de Perros. Hace un parangón “nadie es poeta en mi tierra”. Invita que se nos acerque;
Manuel Rojas, quien viene bebiendo su Vaso de leche.
Violeta, daba gracias A la Vida.
Pezoa Véliz, desde su solitario lecho en el hospital, afirmaba, yo nada que agradecer a nadie.
Max Jara pone Carita de Luna.
Víctor Domingo Silva, Al pie de la Bandera, abstraído, se sumergía en la tibieza azul del Tongoy de su infancia.
Neptalí Reyes, bailaba tangos con Delia del Carril, al compás de , “me gustas cuando callas”
Lafourcade, mira el vuelo de su Palomita Blanca.
Huneeus, insiste, la vida es…Lo Comido y lo Bailado.
BALDOMARO LILLO, deambula, en El Chiflón del Diablo.

Rivera Letelier, camina maldiciendo a los asesinos de La CORUÑA, y La SANTA MARÍA.
Raúl Zurita, insiste que el desierto atacameño es puros pastizales.

Jerónimo Lagos Lisboa, San Javiereño, toma,
APUNTES.
Parte el tren,
¡Adiós, poeta!
Queda la tarde violeta
desnudándose en el río.

El sacerdote Francisco Donoso, agrega:
Este largo silbido lejano del tren
Me ha traído una suave, sutil resonancia,
¡es la voz que me lleva de nuevo a mi infancia!
¡Este largo silbido lejano del tren!

Oscar Castro, viaja en su, Junco de la rivera.
Huidobro, nos motiva, CREAD, cread, pequeños dioses.
Románticos, dejad que la luna viva su vida, ya no es doncella.
Gabriela, entibia piececitos descalzos, azulosos de frío.
José Donoso, encuentra al Obsceno pájaro de la noche, conversando con Lagartija sin cola, en el Jardín de al lado.
Rosamel del Valle, lee sus versos sin rimas.

Allá en el cuadrante literario, aun no hacen las paces, el Nobel, Günter Gress, con su Tambor de Hojalata, le rompe la cabeza a Dostoyevski, intervienen los Hermanos Karamazov.
Romeo, presenta a su pareja Juan Tenorio.
Julieta , confiesa su amor a la Gioconda.
Sancho, le jura a su “ Rucia” , desde mañana comienza a bajar de peso, este le rebuzna… tres veces…
¡no te creo, no te creo,
no te creo, no te creo!


(Oscar Mellado)