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Opinión 28-11-2021
VERÁN VENIR AL HIJO DEL HOMBRE EN UNA NUBE, CON GRAN PODER Y MAJESTAD

DOMINGO, 28 DE NOVIEMBRE DE 2021 -

Mario A. Díaz

El Año Litúrgico comienza con la primera venida de Cristo y termina con la segunda venida de Cristo. De allí que se le llame a Cristo el Alfa y la Omega, el principio y fin de todo. De allí que la Liturgia de Adviento, preparatoria de la Navidad, nos lleve constantemente de la primera venida de Cristo (Natividad=Navidad) a su Segunda Venida en gloria (Parusía). . “Yo haré nacer del tronco de David un vástago santo, que ejercerá la justicia y el derecho en la tierra” (Jr. 33, 14-16). Es sólo una frase tomada del Profeta Jeremías Y en estas breves palabras, que, analizadas gramaticalmente forman una oración compuesta, la oración principal nos habla de la venida histórica de Cristo y la oración complementaria nos habla de su segunda venida. Es una muestra -en una sola frase- del vaivén de la Liturgia de Adviento entre la primera y la Segunda Venida de Cristo.
La oración principal nos habla de “un vástago santo, proveniente del tronco de David”. Nos está hablando de Jesús descendiente de David que nacerá y -por supuesto será santo. La oración complementaria nos habla de cuando ese descendiente de David venga a ejercer “la justicia y el derecho en la tierra”. Y esto sucederá al fin de los tiempos cuando venga a establecer su reinado definitivo.

Y esa salvación se realizará plenamente sólo al fin de los tiempos cuando, como nos dice el Evangelio de hoy (Lc. 21, 25-28.34-36) “verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad”. Vendrá, entonces, para establecer su reinado definitivamente. En el final del Ciclo Litúrgico, de los pasados domingos, las lecturas nos invitaban a pensar en la Segunda Venida de Cristo en gloria. Las lecturas del Adviento nos invitan a prepararnos para esa venida, para el examen final que tendremos en ese momento.
1.- En la Navidad -es cierto- celebramos la venida de Cristo en la historia, cuando comenzó su reinado. Celebramos el cumpleaños de Jesús -y eso nos pone alegres y festivos. Por esa razón la Navidad es época de alegría y regocijo.
Pero esa primera venida de Cristo -como un niño, el Niño Jesús nacido en Belén de Judá- nos recuerda que su reino comenzó hace 2021 años, que ese Reino se va instaurando en cada corazón que cumple la Voluntad Divina, y que ese Reino se realizará plenamente cuando Él mismo vuelva en la Parusía y ponga todas las cosas en su lugar.
2.- De allí que nuestra vida -toda nuestra vida- debiera ser un continuo “adviento”, una continua preparación a la Segunda Venida de Cristo. Y ésta pudiera sorprendernos en cualquier momento, igual que pudiera sorprendernos en cualquier momento nuestra propia muerte. De ninguna de las dos cosas -ni de nuestra muerte ni de la segunda venida de Cristo- sabemos el día ni la hora. Por eso hay que estar siempre preparados. Siempre listos.
Y ¿qué significa esa “preparación”? Podríamos resumirla en las palabras de San Francisco de Sales: “vivir cada día de nuestra vida como si fuera el último día de nuestra vida en la tierra”. Y... ¿vivimos así? ¿O más bien evadimos pensar en esa realidad, que –como dice el dicho- es lo único que tenemos seguro? El hecho es que, o nos morimos, o llega Cristo al final de los tiempos.
CONCLUSION:
Y bien tonto el que esté pensando que luego se las arregla, que mientras tanto mejor es gozar y vivir como le provoque. Se cree muy vivo. Pero no se está dando cuenta que se está jugando ¡nada menos! que su destino para toda la eternidad. Y eso de eternidad se dice rapidito, pero ¡hay que ver lo que significa ETERNIDAD San Pablo (1 Ts. 3, 12-4,2) hace eco de lo mismo: la futura venida de Cristo. Nos dice el Apóstol que desea “que el Señor conserve nuestros corazones irreprochables en la santidad ante Dios, nuestro Padre, hasta el día en que venga nuestro Señor Jesús en compañía de todos sus santos

Y el Señor es claro: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento… permanezcan alerta”. (Mt. 13, 33-37) ¿Nos estamos preparando para eso?
¿Cómo prepararnos? En el Evangelio de hoy vemos que el Señor es claro el Señor también sobre cómo prepararnos: “Velen y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del Hombre.


(*) Mario A. Díaz M. es: Profesor de Religión y Filosofía. Licenciado en Educación. Egresado de la Universidad Católica del Maule
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