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El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Crónica 22-05-2022
Villa de Linares y su 228° aniversario

Se dice que el nombre dado por don Ambrosio O’Higgins a la naciente población fue Villa de San Ambrosio de Linares (Juan Mujica, Historia de Linares, p.127) y que doña Ángela Vásquez donó generosamente las tierras para establecerla (Juan Mujica. Historia de Linares, p.137).
Ni lo uno ni lo otro. En el archivo de la Capitanía General, volumen 686 está el expediente de fundación, las notas cambiadas entre los pobladores y las autoridades, y, lo más fundamental, está el original del acta de fundación de la villa redactada en primera persona, por O’Higgins.
Doña Ángela se negó a ceder las tierras en tanto no le fueran pagadas o retribuidas con otras. Martínez de Rozas, con poca paciencia; quien actúa en calidad de Teniente Letrado Visitador, debe persuadirla para acceder, pero si así no fuese llegaría el caso en que se le compelería por fuerza (fojas 18) y yendo aún más lejos en sus juicios, Martínez de Rozas dice que le negativa y los argumentos de la dueña son despreciables y propios de su edad decrépita (fojas 18) y recomienda, sin mayor miramiento tomar el terreno necesario aunque lo repugne como para estos casos lo permite el derecho y compensarlo con otro de igual calidad (fojas 18).
Al final doña Ángela -cuya casa patronal era la actual Casa o Colegio Cuéllar-, toda vez que una de sus hijas, Rafaela Ibáñez Barros casó con Juan Enrique Cuéllar y heredera de este antiguo inmueble, acepta con la oferta oficial de recibir mil cuadras en el sector de Huerta de Maule. Murió sin ver cumplida la promesa. En 1822 los tribunales de Concepción ordenaron pagar a los herederos el costo de los terrenos.
La fundación de Linares no fue iniciativa de las autoridades del momento, sino que, conforme lo disponía la Junta de Poblaciones en una resolución de 1755, para establecer una villa debía pedirlo un mínimo de diez hombres casados, e indicar el lugar dónde se establecería. Los requirentes (que Ferrada Ibáñez fija en alrededor de 90, pero el listado del archivo de la Capitanía señala más de 121, con varios anotados y luego borrados) dan a la futura villa el nombre de San Ambrosio de Vallenar, sin duda para halagar al Gobernador y apurar la causa. Pero este nombre nunca estuvo consignado en algún documento resolutivo.
Ambrosio O’Higgins demoró cinco años en revisar la petición. Sólo volvió sobre el expediente en 1794 y el 23 de mayo redactó el acta de fundación, a la que llamó simplemente Villa de Linares (sin el de San Ambrosio) para reconocer, según dice, la gestión de Francisco de la Mata Linares, a la vez que ordena al Intendente -o a quien él disponga- constituirse en la nueva población en la primavera siguiente.
Martínez de Rozas cumple con esta disposición y el 21 de diciembre de 1794 (no el 7 de diciembre, fiesta de San Ambrosio como dice Mujica, página 141) se trazan los solares, partiendo en ángulo recto desde la casa de doña Ángela Vásquez hacia el oriente y el norte, lo cual se advierte claramente en un plano de 1838 -cuarenta y cinco años después de fundado Linares- y permanecía así aún en otro mapa de 1922. (Bibliografía: Historia de Linares, -mayo de 2018-, archivos de Jaime González Colville; y del autor de estas líneas)

Manuel Quevedo Méndez
Freddy Mora | Imprimir | 1428