12-04-2022
En 1939, la Segunda Guerra Mundial era inminente ante el avance de las tropas alemanas a diversos países. Se preveía, pero sin tenía seguridad de que Estados Unidos llegara a liderar una intervención en el conflicto, aun cuando los observadores le veían como inevitable, si los acontecimientos tomaban un rumbo alarmante.
En 1940 asumió el Comando en Jefe del Ejército Chileno, el General Oscar Escudero Otárola, quien viajó a Estados Unidos enviado por el gobierno del Presidente Pedro Aguirre Cerda. En el país del Norte sostuvo reuniones en el Pentágono y con altos jefes de las fuerzas armadas americanas, incluido el ya retirado General Dwight Eisenhower y el legendario Douglas MacArthur.
En esa ocasión, previa autorización del Ministro de Defensa Alfredo Duhalde, se acordó firmó un convenio entre ambos países para realizar un intercambio de oficiales americanos que se capacitaran en armas especificas en nuestras instituciones castrenses y, desde aquí, viajaran a USA, en similar trabajo de perfeccionamiento.
El hecho fue mirado con alguna suspicacia por los agregados militares de los países en conflictos acreditados en las embajadas de Chile y Norteamérica, sin embargo se precisó que nuestro gobierno, en 1939 y por decreto del 8 de septiembre de 1939 del Ministerio de Relaciones Exteriores, había adoptado el estado de neutralidad. Sin embargo no eran un misterio las excelentes relaciones del Ejército con su par alemán e incluso hubo oficiales chilenos comisionados en aquel país, mientras que la Armada mantenía cercanía con la Real Armada Británica.
Lo cierto es que a Norteamérica viajaron a mediados de 1941 los Mayores Marcos López y Oscar Izurieta y desde allá lo hicieron dos oficiales, uno de ellos el joven subteniente Wilbur E. Showalter, quien había nacido en Kansas en 1916 y egresó de West Point en 1939, especializándose en el arma de artillería.
Destinado a la Escuela de Artillería de Linares, el Director, Coronel Rafael Fernández Reyes lo asignó a una de las baterías del Instituto, donde demostró gran claridad mental en el aprendizaje, adaptándose con suma facilidad a nuestras costumbres y tradiciones castrenses. Permaneció casi un año en la Escuela, al término del cual, certificándose su aprendizaje y experiencia, retornó a su país. El teatro de la Segunda Guerra Mundial abría sus cortinas.
Ya en el conflicto, Wilbur tomó el mando del 703 batallón de caza tanques, ubicándose su Unidad en Mere, Wiltshire, Inglaterra. Tuvo el honor de dirigirla en cinco campañas, esto es Normandía, Norte de Francia, Renania, Ardenas-Alsacia y Europa Central. Se le vio en acción en la fuga de Cobra, en el norte de Francia y en la batalla de Mortain, alcanzaron hasta la línea Siegfried en septiembre de 1942, combatiendo a lo largo del Muro Oeste. Más tarde fueron transferidos a las Àrdenas y enfrentaron la ofensiva alemana, cruzando el río Rin.
Dentro de su tanque de mando, el ya Coronel Showalter llevaba una insignia de la Escuela de Artillería, instituto que siempre recordó con especial afecto. Terminada la guerra, el Coronel visitó las legaciones de Chile en Francia e Italia, donde saludó a los diplomáticos y Agregados Militares. Ello fue informado por nuestras representaciones al Gobierno de Santiago y, más tarde, se le confirió al Orden al Mérito Militar de Chile. Por su parte recibió además la Estrella de Bronce y la Cruz de Guerra belga.
De vuelta a su país, Showalter siguió en el Ejército y se desempeñó como Profesor en la Escuela de Artillería, la de Comando, Estado Mayor y la Escuela de este departamento. Fue además docente de la Universidad de Dayton desde 1963 a 1965. Aún cuando su país quiso ascenderlo a General de Brigada, declinó ese honor y se retiró con el grado de Coronel en 1965.
Poco antes de morir, con su esposa Lucile, estableció la Beca Showalter, a fin de que alumnos de los institutos castrenses de USA pudiesen viajar a otros países a perfeccionar sus estudios e intercambiar experiencias. Entre las destinaciones de esa ayuda, estaba Chile.
Falleció a los 89 años de edad, el 2005. Fue sepultado con honores, en el Cementerio de Arlington.
Un héroe de la Segunda Guerra Mundial, formado en nuestro Instituto Militar.
Subteniente Wilbur E. Showalter, en su época de permanencia en la Escuela de Artillería de Linares
El Coronel Wilbur E. Showalter, poco antes de su retiro, tras recibir la Orden al Mérito Militar de Chile. En sus solapas se distinguen los símbolos artilleros.
Jaime Gonzàlez Colville
ACADEMIA CHILENA DE LA HISTORIA
http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/-la-escuela-de-artilleria-y-la-segunda-guerra-mundial- | 09-07-2025 08:07:39