22-07-2025
Diego Poblete Dinamarca
Comunicador Audiovisual – Santo Tomás
¿Se han puesto a pensar cuántos usuarios existen realmente al otro lado de la pantalla? Hoy vivimos en un mundo marcado por la modernización digital, un mundo que nos permite cruzar fronteras en segundos, ya sea mediante una videollamada o simplemente navegando por Google Maps.
Trasladarse digitalmente a otro lugar es una realidad cotidiana en casi todo el planeta, salvo en zonas sin conectividad celular, aunque incluso allí suele existir conexión satelital. Esta hiperconectividad ha provocado un “desastre digital” en las redes sociales: cada vez más usuarios que, en realidad, no existen. Son perfiles mecanizados, operados por códigos y programaciones con un solo objetivo: actuar según las órdenes de quienes manejan flotas de bots. Un fenómeno muy presente, especialmente en períodos electorales, donde muchos candidatos invierten grandes sumas de dinero para contratar ejércitos de cuentas falsas que aparentan ser usuarios reales, opinando y comentando lo que cada sector les ordena.
Ahora bien, ¿en qué influye esto? En mucho. Hoy crear tendencias en redes sociales o difundir fake news es algo común y, lamentablemente, fácil. Pero es aún más dañino cuando se hace mediante miles de bots repitiendo un mismo mensaje. Así se logra instalar una “verdad” absoluta en el mundo digital, difundiendo información falsa que impacta a la sociedad y perjudica a movimientos o personas.
Para entender el alcance de este fenómeno, podemos comparar a los bots con soldados: están programados con códigos y patrones para emitir mensajes en masa, de forma coordinada y con un carácter específico, generando movimientos de opinión basados en noticias falsas o manipuladas.
A esto se suma otro problema: hoy los bots también se ofrecen como servicios para aumentar seguidores en redes sociales. Cualquiera puede pagar para inflar su número de seguidores y aparentar popularidad y credibilidad. Sin duda, una herramienta peligrosa en tiempos de baja cultura digital, especialmente en Latinoamérica, donde aún no existen leyes claras para regular este fenómeno. En Chile, por ejemplo, seguimos sin una legislación robusta que controle este tipo de prácticas.
El llamado es claro: siempre debemos verificar la fuente de cada noticia, cada tendencia o cada declaración de autoridades o candidatos políticos. Opinar para dañar es hoy una técnica mortal y de fácil acceso. Depende de todos nosotros mantenernos alerta y no dejarnos engañar por soldados digitales que, a simple vista, parecen humanos.
http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/bots-vs-humanos-una-realidad-mas-cercana-de-lo-que-creemos | 22-07-2025 03:07:51