18-06-2024
Fernando Astudillo Becerra
Abogado. Doctor en Derecho de la Universidad de Valparaíso, Magíster en Derecho con mención en Derecho Público de la Universidad de Valparaíso
En marzo de este año, en el Senado comenzó nuevamente la discusión sobre la reforma de pensiones propuesta por el gobierno del Presidente Boric en noviembre de 2022, que busca, teóricamente, mejorar las condiciones de los actuales y futuros jubilados.
Ni pensar en la propuesta original de no más AFP, que duerme el sueño de los justos. Todo apunta a la consolidación del sistema de capitalización individual, olvidándose de la promesa de crear un sistema de previsión social basado en la solidaridad, es decir , no más AFP.
La propuesta original cuenta con modificaciones para buscar un amplio acuerdo parlamentario que permita aprobar la reforma previsional. Lo que se ve cada día más dificultoso ya que la derecha política, con la ceguera, la crueldad y el egoísmo que la caracteriza, se cuadra con las AFP que buscan incrementar los fondos que administran (6% íntegro a las cuentas de capitalización individual), Nada para solidaridad mientras el gobierno postula por un tímido 3% capitalización individual, 3% solidaridad y ahora el senador Lagos Weber propone 5% a capitalización individual y 1% a solidaridad.
Una simple operación matemática nos dice que todos los beneficios se los lleva el mercado financiero, ya que los dineros disponibles para sus operaciones bursátiles crecen nada menos que en un 60% de lo que hoy está disponible.
La quimera de “con mi plata no” que la derecha logró incorporar al inconsciente colectivo aparece como triunfante. Cuando sabemos que no existe derecho de disposición de los dineros que están en las cuentas individuales. Los invito, a quienes no crean esta última afirmación, que vayan mañana a su AFP a retirar de “su” plata $50.000.- a ver cómo les va.
Sin embargo, no somos pocos los que creemos en un sistema de previsión social solidario y por ello que busque garantizar la protección y el bienestar de todos/as los/as miembros de una sociedad, especialmente de aquellos/as que son más vulnerables, a través de mecanismos de apoyo mutuo y cooperación. Este tipo de sistema reconoce que los desafíos y riesgos que enfrentamos como sociedad no pueden ser abordados de manera individual, sino que requieren un enfoque colectivo y solidario.
Por ello resultarán claves que en un sistema de previsión social basado en la solidaridad se cumpla requisitos como:
Debe cubrir a todas las personas, sin importar su origen, género, edad o situación económica, todos/as los individuos/as tienen derecho a acceder a la protección social, incluyendo beneficios como atención médica, seguridad social, pensiones y seguro de desempleo.
La redistribución de los recursos, para garantizar que aquellos/as que tienen menos puedan acceder a los mismos servicios y beneficios de quienes tienen más, si creemos efectivamente en el principio de igualdad y no discriminación esto debería ser de la esencia de un sistema de previsión. Esto puede lograrse a través de impuestos progresivos, donde las personas naturales y jurídicas con mayores ingresos contribuyen proporcionalmente más al sistema, y los fondos se utilizan para financiar programas de protección social.
Que sean los/las ciudadanos/as, las comunidades y sus organizaciones quienes deben tener voz y voto en la toma de decisiones sobre políticas y programas de protección social. Esto implica la creación de espacios de diálogo y consulta, la promoción de la participación de organizaciones de la sociedad civil y sindicatos, y la transparencia en la gestión de los recursos del sistema. Un referéndum donde el pueblo se manifieste sobre que sistema de protección quiere.
No es necesario ser economista para imaginar cómo financiar un sistema de previsión social solidario, lo que debería implicar una combinación de diferentes fuentes de ingresos y mecanismos de redistribución de recursos, como por ejemplo:
Contribuciones de los trabajadores y empleadores: Un sistema de previsión social solidario puede basarse en contribuciones obligatorias por parte de los trabajadores y sus empleadores. Estas contribuciones pueden ser proporcionales a los ingresos o salarios, de manera que aquellos con mayores recursos contribuyan más al sistema. Estos fondos se utilizarían para financiar las prestaciones y beneficios del sistema de previsión social, como pensiones, atención médica y otros servicios.
Impuestos generales: Otra forma de financiamiento es a través de impuestos generales que se destinen específicamente al sistema de previsión social. Esto implica la redistribución de recursos de manera más amplia, involucrando a toda la sociedad en la financiación de la seguridad social. Estos impuestos pueden basarse en diferentes criterios, como la renta, el patrimonio o el consumo, y deben tener en cuenta principios de progresividad y equidad fiscal.
Contribuciones del Estado: A través de los presupuestos gubernamentales, se pueden destinar recursos para garantizar prestaciones básicas y servicios sociales a aquellos que no pueden contribuir por motivos de pobreza, discapacidad u otras circunstancias. El Estado también puede establecer programas de subsidios o transferencias directas para apoyar a los sectores más vulnerables de la población.
Inversiones y rendimientos: Un sistema de previsión social solidario también puede buscar la generación de ingresos a través de inversiones y el aprovechamiento de los rendimientos financieros. Esto implica utilizar los fondos acumulados en el sistema para realizar inversiones productivas y obtener ganancias. Sin embargo, es importante asegurar que estas inversiones sean éticas y sostenibles, evitando prácticas especulativas o que puedan perjudicar a la sociedad o al medio ambiente.
En resumen, un sistema de previsión social basado en la solidaridad busca garantizar la protección y el bienestar de todos/as los miembros de la sociedad a través de mecanismos de apoyo mutuo y cooperación. Este enfoque reconoce que todos/as somos responsables de cuidar y apoyar a los/las demás, y que juntos/as podemos construir una sociedad más justa, equitativa y sostenible.
Nada de lo anterior se visualiza en el proyecto de reforma que se discute en el Congreso, de ese modo se consolida en Chile, por más cambios de que se hable, un sistema donde el centro está en el individualismo y no en la cooperación.
Por lo que, no nos engañemos, la reforma que se propone es otra derrota, momentánea, de la solidaridad.
http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/reforma-a-la-previsin-social-otra-derrota-de-la-solidaridad | 10-05-2025 09:05:59