04-06-2025
Paula Ibáñez Académica Facultad Medicina Veterinaria y Agronomía Universidad de Las Américas
Las separaciones de pareja son procesos difíciles. Surgen emociones intensas, decisiones complejas y muchas veces -más allá de los bienes materiales- una preocupación que duele especialmente. Desde ahí surge la pregunta ¿qué va a pasar con nuestra mascota?
Para muchas parejas, los perros, gatos u otros animales no son simples “mascotas”, son parte de la familia. A veces, incluso, el único “hijo” en común. Cuando una relación termina, la vida de ese animal también puede verse profundamente afectada si no se toman decisiones conscientes y amorosas.
Los animales también sufren los efectos del estrés, la mudanza o el cambio de rutinas. Por eso es importante aplicar algunos prácticos consejos humanos para acompañar a ese amigo peludo en este difícil proceso.
Lo primero es pensar en su bienestar. En medio de una separación pueden surgir conflictos sobre quién se queda con la mascota, pero la pregunta más relevante es: ¿quién puede ofrecerle mejores condiciones de vida? No se trata solo de cariño -que seguramente ambos tienen- sino de estabilidad, tiempo, espacio, rutina y recursos para cubrir sus necesidades.
Aunque la custodia compartida puede parecer justa, no siempre es lo mejor. Algunos perros pueden adaptarse bien a vivir en dos casas, pero muchos otros (sobre todo los gatos) sufren con los cambios constantes. Si se opta por este modelo debe haber acuerdos claros: ¿quién se encarga de los gastos? o ¿qué pasa si uno viaja o desea mudarse? La falta de claridad puede generar conflictos y afectar a todos.
Los animales también sienten. Cambios en el apetito, el sueño o comportamientos como romper objetos o hacer sus necesidades en lugares inadecuados, pueden ser señales de estrés. Si eso ocurre, no hay que castigar. Hay que acompañar, mantener sus rutinas estables y, si es necesario, consultar a un veterinario o etólogo.
Establecer una comunicación madura entre los exintegrantes de la pareja es esencial para el bienestar del animal. Hablar desde la empatía y evitar usar a la mascota como “arma emocional”, demuestra que el compromiso con su bienestar sigue vigente.
También es importante pensar a futuro. ¿Qué pasará si quien tiene la custodia actual cambia de trabajo o de país? o ¿qué hacer si desea incorporar otra mascota? Anticiparse a estos escenarios con acuerdos claros es un acto de responsabilidad.
Separarse no implica romper también con el lazo que une a ese animal con quienes fueron su familia. Tomar decisiones conscientes, priorizando su bienestar, es la mejor forma de retribuir todo el amor y compañía que nos dan. Su presencia en medio del caos puede ser un refugio y una fuente de consuelo.
http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/separarse-en-pareja-sin-distanciarse-de-los-animales | 06-06-2025 02:06:02