Y LOS COMUNISTAS NO SE COMEN LAS GUAGUAS

24-06-2021


Desde muy niño oí decir “cuidado, los comunistas se comen las guaguas”. Luego fui creciendo y seguía escuchando “cuidado, los comunistas se comen las guaguas”. Ya en mi adultez la cosa cambió un poco y dejó de ser advertencia, quedando tan sólo en la afirmación “los comunistas se comen las guaguas”. Bien, hoy a mis sesenta años he querido saber de dónde viene eso que “los comunistas se comen las guaguas” e investigué para poder contarles.
Tanto en la China como en la URSS, hubo hambruna en masa que dio origen a acciones de canibalismo. Cabe señalar y dejar claro para actuar en justicia, que este fenómeno no es exclusivo de esos dos países, ni siquiera de los regímenes comunistas. A lo largo de la historia aconteció otras veces, en épocas y en países muy diferentes.
Veamos entonces el caso ruso. Debemos señalar que la URSS tuvo una gran hambruna entre 1921 y 1925, después de seis años y medio de interrupción continua de su producción de alimentos. La Primera Guerra Mundial seguida por la Revolución y por una guerra civil, destruyeron la vida normal del país. Las sequías agravaron la situación y el Partido también utilizó el hambre para obligar a la población a aceptar sus proyectos ambiciosos de “ingeniería social”. El resultado fue un número de muertos próximo a los cinco millones. Diez años después, el hambre genocida en Ucrania (lean sobre eso, es terrible), generó muchos muertos más y ahí no hay duda sobre las intenciones de Stalin. Esa tragedia fue una obra humana deliberada, intentando someter a la colectivización de los campesinos resistentes y eliminar cualquier intención de independencia en esa región de la URSS (igual que las acciones rusas de ahora). Los ucranianos, que recuerdan anualmente a las víctimas, usan el término “Holodomor” (muerte por el hambre) para designar ese horrendo periodo.
En todos esos períodos de hambruna surgieron relatos de canibalismo. Un hombre juzgado por ese crimen intentó disculparse con el argumento de que toda la gente hacía lo mismo. En el “Holodomor” hubo momentos en que morían 17 personas por minuto. El Partido llegó a colocar carteles que señalaban textualmente: “Comer vuestros hijos es un acto de barbarismo”.
El 31 de mayo de 1933, el cónsul general de Italia en Kharkov registraba un supuesto testimonio directo según el cual “las familias matan a sus hijos más pequeños y se los comen”.
En 1943 el régimen fascista de Mussolini lanzó una campaña para aterrorizar a los italianos, con la amenaza que los niños podían ser raptados y llevados a la URSS. Un cartel mostraba un bebé afligido, con el monstruo terrible del comunismo por atrás. “PAPA SALVAMI”, decía el cartel. Sea en justicia dicho, que en la Italia de Mussolini también se vivía una época de terrible hambruna.
Las hambrunas en la China comunista no serían menos terribles que las soviéticas. Durante el período conocido como “Gran Salto Adelante”, entre 1958 y 1961, cambios radicales en la agricultura, muchas de ellas inspiradas en ideas absurdas del biólogo soviético Trofim Lysenko, se unieron a una serie de catástrofes naturales para causar más de 36 millones de muertos. Pensar que los casos de canibalismo no ocurrieron en ese período sería una presunción absurda.
Estos son los orígenes del concepto que “los comunistas se comen las guaguas”, pero ¿será que eso quedó en el pasado?
Para nada, basta ver los antecedentes entregados por Unicef respecto a la hambruna y consecuente desnutrición que se vive en Corea del Norte y lamentablemente en nuestros hermanos de Venezuela. Conocen a algún venezolano?. Bien, pregúntenle, por favor háganlo y pregúntenle cómo era su vida en cuanto a alimentación allá antes de conseguir huir de las garras o de Chavez antes o más recientemente de Maduro.
Entonces, será que yo estoy convencido de que “los comunistas se comen las guaguas”?
No, no creo que los comunistas hagan eso y les explicaré el motivo.
El comunismo opera bajo la lógica del dominio de las conciencias y del paradigma del “haz lo que digo, pero no lo que hago”.
¿Acaso ustedes piensan que Camila Vallejo, Karol Cariola, Domingo Tellier, Daniel Jadue, Lautaro Carmona y Compañía Limitada, viven en La Legua y sus refrigeradores y despensas no están bien abastecidos?. No sean ilusos, los líderes comunistas, que al final son los únicos que perseveran en el comunismo por los réditos que esto les otorga, jamás se comieron las guaguas.



Ricardo Alvarez Vega, contador auditor

http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/y-los-comunistas-no-se-comen-las-guaguas | 19-05-2025 09:05:16