sábado 10 de mayo del 2025
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Opinión 23-05-2024
Acta de fundación de la Villa de Linares
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Con antecedentes documentados, Jaime González Colville, de la Academia Chilena de la Historia, clarifica el dilema del nombre de nuestra ciudad. Se había instalado que el nombre dado por Ambrosio O’Higgins a la naciente población fue el de Villa de San Ambrosio de Linares (Juan Mujica, en su Historia de Linares, p.127) y que Ángela Vásquez donó generosamente las tierras para establecerla (Juan Mujica, en su Historia de Linares, p.137).

Según consta en el archivo de la Capitanía General, volumen 686 está el expediente de fundación, las notas cambiadas entre pobladores y autoridades, y, donde está el original del acta de fundación de la villa redactada en primera persona, por Ambrosio O’Higgins.
Queda muy claro que doña Ángela Vásquez se negó a ceder las tierras en tanto no le fueran pagadas o retribuidas con otras. Martínez de Rozas, con poca paciencia; actúa en calidad de Teniente Letrado Visitador, debe persuadirla para acceder, y si así no fuese llegaría el caso en que se le compelería por fuerza (fojas 18) y, yendo aún más lejos en sus juicios, Martínez de Rozas dice que “la negativa y los argumentos de la dueña son despreciables y propios de su edad decrépita” (fojas 18) y recomienda, sin mayor miramiento tomar el terreno necesario aunque lo repugne como para estos casos lo permite el derecho y compensarlo con otro de igual calidad(fojas 18).
Al final Ángela Vásquez -cuya casa patronal era la actual Casa o Colegio Cuéllar-, toda vez que una de sus hijas, Rafaela Ibáñez Barros se casó con Juan Enrique Cuéllar y heredera de este antiguo inmueble, acepta con la oferta oficial de recibir mil cuadras en el sector de Huerta de Maule. Murió sin ver cumplida la promesa. En 1822 los tribunales de Concepción ordenaron pagar a los herederos el costo de los terrenos.
La fundación de Linares no fue iniciativa de las autoridades del momento, sino que, conforme lo disponía la Junta de Poblaciones en una resolución de 1755, para establecer una villa debía pedirlo un mínimo de diez hombres casados, e indicar el lugar dónde se establecería.
Los requirentes (que Ferrada Ibáñez fija en alrededor de 90, pero el listado del archivo de la Capitanía señala más de 121, con varios anotados y luego borrados) dan a la futura villa el nombre de San Ambrosio de Vallenar, sin duda para halagar al Gobernador y apurar la causa. Pero este nombre nunca estuvo consignado en algún documento resolutivo.
Ambrosio O’Higgins demoró cinco años en revisar la petición. Sólo volvió sobre el expediente en 1794 y el 23 de mayo redactó el acta de fundación, a la que llamó simplemente Villa de Linares (sin el de San Ambrosio) para reconocer, según dice, la gestión de Francisco de la Mata Linares, a la vez que ordena al Intendente -o a quien él disponga- constituirse en la nueva población en la primavera siguiente.
Martínez de Rozas cumple con esta disposición y el 21 de diciembre de 1794 (no el 7 de diciembre, fiesta de San Ambrosio como dice Mujica, página 141) se trazan los solares, partiendo en ángulo recto desde la casa de doña Ángela Vásquez hacia el oriente y el norte, lo cual se advierte claramente en un plano de 1838 -cuarenta y cinco años después de fundado Linares- y permanecía así aún en otro mapa de 1922. (Bibliografía: Historia de Linares, (05. 2018) y archivos de Jaime González Colville, autor de la historia)
Freddy Mora | Imprimir | 695