miércoles 09 de julio del 2025
El Diario del Maule Sur
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Hoy
Opinión 09-07-2025
Arturo Monsalve Lucio (q.e.p.d.)
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(Manuel Quevedo Méndez)

El dirigente Arturo Monsalve, ejerció gestión para una determinada área de Deportes Linares, junto a Gustavo Nuche, en acciones, que marcaban el camino del club. Buscando apoyos económicos, reuniéndose para recoger ideas y optimizar el trabajo del equipo, con las fortalezas y debilidades propias del ser humano. En ese grupo, estaban Monsalve y Nuche...todos los días. Y esas decisiones, involucraban a socios e hinchas; que, en la institución deportiva, canalizaban su pasión por los colores albirrojos. Monsalve y Nuche, como muchos otros, también eran socios e hinchas en Deportes Linares.
El socio hincha, en el caso de Monsalve y Nuche, es uno solo. Si bien el socio, ya es un hincha comprometido con el club; desde ese lugar se encuentra y que tiene derecho a voz y voto. En el caso de estos dos dirigentes, desde el block J, como socios abonados, en el estadio cuentan con algunos beneficios agregados.
Monsalve y Nuche, fueron seguidores entusiastas; con una pasión notoria por la albirroja. Con esa amistad que les unía, pasaron a ser reconocidos como hinchas gritando, apoyando, cuestionando, criticando y celebrando, desde la tribuna, “hinchando” por los colores albirrojos, por una jugada mal intencionada, por un cobro injusto (muchas veces, al ojo del hincha) o celebrando un gol, o golazos, en la valla contraria.
Simpatizantes, hinchas, o aficionados fanáticos, compartían diversos rituales; como grupo, se reconocían en una “hinchada” que acude a alentar al equipo de sus amores, con banderas, cánticos y uno que otro grito, que cae desde la galería o desde la tribuna, en el césped del estadio “Tucapel Bustamante Lastra”, a veces, con pasión desmedida, para quienes no saben lo que significa la camiseta albirroja, con el escudo más hermoso del futbol chileno. Hoy, ambos ausentes, ya han partido. Don Gustavo, primero; hace unos días partió Don Arturo.
Otra dimensión de Don Arturo, que comparto, con el permiso de quien fuera su amiga y cantante del grupo “Los amigos del Tata”, las líneas que Fernanda Moreno Mora, dedicara a su amigo Arturo, tecladista del grupo musical, cuando se entera de su fallecimiento…
“¡Por buscarme esa vez que me escuchaste en el teatro cantando “Contigo a la distancia” y me invitaste a armar un grupo de bossa...Qué ventana abriste en mi corazón, ¡con esa música hermosa! Te conocí en un buen momento, porque teníamos tantas ganas de hacer música con lo que había, lo que pudiéramos...y fuimos agarrando un vuelo que jamás imaginamos...
Con todas tus singularidades me brindaste un espacio amable para desarrollar mi voz, mi gusto musical, y poder compartir tanta música.
Incluso aprendí de imprenta y sobre el diario, donde te iba a ver a la oficina de El Lector, porque querías mostrarme una canción nueva que habías escuchado. Aún tengo letras que pasaste a mano para compartirlas con algún cafecito.
Por ti nos llamamos "Los amigos del Tata", lo cual me pareció curioso y simpático, pero que yo me encargaba de aclarar a los 4 vientos que era por una anécdota con tu nieta Indira...Me acuerdo cuando te compraste ese piano enorme y pesado y todo lo que alegaste por lo incómodo, pero cuánta alegría nos trajo, ya que sonaba exquisito...ahora, con el tiempo, todo toma otro tenor, un color más pausado, una mirada más amable quizás...
Cuánta alegría trajo esta música a mi corazón, y en gran parte gracias a ti. Quiero recordarte con alegría, porque siempre lo pasamos bien cantando, independiente las diferencias, las correcciones, los cambios de tonalidad, pero se me aprieta el corazón no saberte en este plano.
La última vez que nos vimos te toqué la bocina en la calle y te llevé a tomar un bus a Chillán; donde me resumiste tus últimos años y quedamos de vernos...no puedo creer que esta sea la última vez, pero, quién sabe, porque nos quedó tanta música por tocar...”
En mi caso, hace dos meses hablamos de una idea, que no prosperó. En su despedida, solo agradecimientos, por haberme regalado dos páginas del diario “El Lector”, para mis crónicas y, durante la semana, para algún comentario educativo o cultural. Descanse en Paz, vuele alto Don Arturo a encontrarse con su amigo Gustavo.

Freddy Mora | Imprimir | 79