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domingo 24 de agosto del 2025
Opinión 24-08-2025
DESDE EL VÉRTICE DE MI VENTANA
Oscar Mellado Norambuena
Doña Juani
¿Qué piensa tanto, don?. La voz de doña Juani, interrumpió el vuelo del aludido.
Na poh´ doña, comentó el mencionado, y usté ¿pa’ onde va con toos sus santos, rosarios y cachureos negros, pa’ sus brujerías, amarres y de cuanta cuestión que se le ocurre?.
Shit, comentó la anciana, remal agradeció que es usté, ya se le olvidó que andaba too mojao cuando la Luchita le dio la patá y yo haciéndole agüitas pa’ la pena y usté santiguando velitas pá la virgen, que ni la Virgencita lo pesco.
Gueno, poh’, dijo el aludi’o, si no tiene ni por qué sacar cosas personales, ni privás, poh’.
Atrevió nomás, continuó ella, recuerde que yo y mis milagritos los he traído a la vida, a su bueli, a sus paire, a usté y a toos los de este lugar.
Sí, claro, poh, respondió el aludido, eso lo sé porque uste es más vieja que la oscuridá, mientras moría de la risa de su ocurrencia.
Qué mala leche es uste, oiga, se le olvia que mis yerbitas y mis oraciones han servio pá quebrarles los empachos, los cotipaos, las diarreas, agüitas pa lavarle las lagañas, ungüentos hasta pá matarles los piojos. Chi, no digo yo, si hacerles el bien es criarme mala fama.
Me voy más mejor, dijo ella, en otras partes serán guenos agradecidos, pero antes le doy un datito de gratis, porque yo no le guardo mal a nadie. Sabe que más, vea con la Rosi, no le va a ir na’ mal.
Puchas, dijo el aludió, persignándose tres veces, temiendo que doña Juani le hubiese hecho una maldición. Ojalá sea cierto el dato que me dio de la Rosita. Mejor voy a dar una gueltita pá allá, y las emprendió silbando.
Doña Juani
¿Qué piensa tanto, don?. La voz de doña Juani, interrumpió el vuelo del aludido.
Na poh´ doña, comentó el mencionado, y usté ¿pa’ onde va con toos sus santos, rosarios y cachureos negros, pa’ sus brujerías, amarres y de cuanta cuestión que se le ocurre?.
Shit, comentó la anciana, remal agradeció que es usté, ya se le olvidó que andaba too mojao cuando la Luchita le dio la patá y yo haciéndole agüitas pa’ la pena y usté santiguando velitas pá la virgen, que ni la Virgencita lo pesco.
Gueno, poh’, dijo el aludi’o, si no tiene ni por qué sacar cosas personales, ni privás, poh’.
Atrevió nomás, continuó ella, recuerde que yo y mis milagritos los he traído a la vida, a su bueli, a sus paire, a usté y a toos los de este lugar.
Sí, claro, poh, respondió el aludido, eso lo sé porque uste es más vieja que la oscuridá, mientras moría de la risa de su ocurrencia.
Qué mala leche es uste, oiga, se le olvia que mis yerbitas y mis oraciones han servio pá quebrarles los empachos, los cotipaos, las diarreas, agüitas pa lavarle las lagañas, ungüentos hasta pá matarles los piojos. Chi, no digo yo, si hacerles el bien es criarme mala fama.
Me voy más mejor, dijo ella, en otras partes serán guenos agradecidos, pero antes le doy un datito de gratis, porque yo no le guardo mal a nadie. Sabe que más, vea con la Rosi, no le va a ir na’ mal.
Puchas, dijo el aludió, persignándose tres veces, temiendo que doña Juani le hubiese hecho una maldición. Ojalá sea cierto el dato que me dio de la Rosita. Mejor voy a dar una gueltita pá allá, y las emprendió silbando.
Freddy Mora | Imprimir | 48