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jueves 12 de junio del 2025
Opinión 07-04-2024
Dos nuevas novelas de Juan Mihovilovich (parte i)

Por Željka Lovrenčić
(Zagreb-Croacia
Juan Mihovilovich (1951) es uno de los escritores chilenos contemporáneos más importantes, miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua, exjuez y luchador por los derechos humanos durante la dictadura. Se ha escrito mucho sobre él en Croacia (Jerko Ljubetić, Željka Lovrenčić) y se han traducido cuatro de sus libros: Sus desnudos pies sobre la nieve (2001, Editorial Bošković, traducido por Jerko Ljubetić); El contagio de la locura (2007, editorial Bošković, traducida por Jerko Ljubetić); Clasificador (2014, editorial Bošković, traducción de Željka Lovrenčić); Yo mi hermano (2018, AGM, traducida por Željka Lovrenčić).
En los últimos años ha publicado dos novelas: Útero (Zuramerica, 2020) y Tu nuevo Anticristo (Simplemente Editores, 2021), cuyo vínculo es pensar sobre la existencia humana y el sentido de la vida.
zona tan helada es probablemente una de las razones del carácter cerrado y reservado de los magallánicos.
Útero es una especie de biografía escrita en el conocido estilo de Mihovilovich, autor al que le gusta sumergirse en el subconsciente de los personajes y dedicarse al análisis de sus estados mentales. Pero, junto con los hechos biográficos, aquí también nos encontramos con ficción: parte de la información es inventada.
Como en otras obras (Sus desnudos pies sobre la nieve, El contagio de la locura, Yo mi hermano, y algunos de sus cuentos), Juan Mihovilovich recuerda su Punta Arenas natal, el barrio croata pobre donde creció, y a su abuelo paterno, quien llegó a Chile desde Pražnice en la isla de Brač. En palabras de Jerko Ljubetić, “describe su región natal como inhóspita y fría”.
Sin embargo, el tema de este gran escritor no es sólo su tierra natal. A menudo busca los motivos universales que van más allá de las fronteras de Chile. Generalmente lo hace partiendo de su propia vida y de acontecimientos vividos en su región natal y/o en su propio país.
Lo mismo ocurre en la novela Útero: el personaje principal, Juan, cuestiona lo que ha sobrevivido y aprendido durante la vida, y luego vincula aquello con en temas cercanos al mundo entero. Es un juez y escritor que se encierra en un departamento de su Punta Arenas natal, al que regresa siendo ya maduro, cuando piensa intensamente en la muerte y anhela la paz. Su deseo es trazar una línea y reflexionar sobre todo lo vivido, aceptar la historia personal, sus errores y sus culpas.
Venir a su ciudad natal a escribir sobre sí y adentrarse en lo más profundo de su alma es al mismo tiempo un acto de resistencia al destino y una búsqueda de la identidad, como lo hace Juan Preciado en Pedro Páramo. La influencia de Juan Rulfo también se siente en esta novela de Mihovilovich.
La trama comienza con el momento presente y luego el protagonista regresa al pasado, donde su ciudad natal es “el lugar en el fin del mundo”, y el barrio de inmigrantes donde vive, símbolo de la pobreza. Ahora está de vuelta en una ciudad moderna: destaca que vive en un departamento con Internet. Nada es igual en ella; todo ha cambiado.
Volver a las raíces y aceptar el destino. Juan nació en 1951 (como el escritor), está casado con una mujer decepcionada que sólo ve lo malo en todo. Tiene dos hijos mayores y una hija adoptiva. Además, dos hermanos. Uno de ellos está completamente loco. Su madre muere repentinamente y sin dolor, mientras que su padre se encuentra en una larga y dolorosa agonía, que hace sufrir a él y a todos los que lo rodean. (No se trata de datos biográficos).
El héroe de esta novela se cuestiona constantemente, analizando todo lo que vivió y lo que anhelaba. Parece que recordando su vida se quiere castigar. Una de las características de esta obra es que está llena de simbolismo. Según muchos comentarios, es la más pesimista de todas las no muy alegres novelas de Mihovilovich. En ella, el lector se convierte en testigo activo de la vida del protagonista.
El personaje le cuenta lo que ha aprendido durante su relativamente larga vida, le transmite sus experiencias y sus sentimientos, le introduce en su intimidad. En las historias personales e íntimas del protagonista (escritor) de la novela, el lector se reconoce a sí mismo y le parece que sobrevivió a todo eso.
Además del reexamen del personaje principal y el análisis de la vida que se suele hacer al final de la carrera y antes de la jubilación, esta obra habla sobre el regreso a las raíces y sobre la aceptación del destino.
En Útero, el escritor sintetiza con éxito sus vivencias, recuerdos y sentimientos que interpreta al protagonista de la novela, así como una descripción del mundo en el que vivió y de las personas que lo rodearon a lo largo de los últimos años.
Junto a la vida del escritor, que en realidad estuvo marcada por sufrimientos y enfermedades (la esquizofrenia de su hermano y su ansiedad, neurosis, depresión, asma), el tema de esta obra es también el ser y pensar sobre la existencia humana. Es una confesión humana pura y desnuda. Todo está contado sin adornos.
El autor expone sus partes íntimas y revela sus remordimientos, el complejo de Edipo y otras diferentes patologías. No oculta nada. Sus recuerdos son muy dolorosos porque están relacionados con la muerte, el dolor físico y emocional, la vergüenza, la ira, la sumisión, la culpa y su aceptación. Pero, también busca un mundo mejor.
Útero es una obra muy sofisticada y está llena de citas de los clásicos y los poetas y novelistas favoritos de Mihovilovich. También, contiene muchas alusiones a la música, el arte, la historia y todo lo que particularmente le interesa; el escritor sigue la estela de las ficciones de la época del boom que hicieron famosa la literatura latinoamericana en todo el mundo.
Particularmente conmovedoras son las descripciones de las calles de Punta Arenas, ciertos barrios, escuelas, recuerdos de los maestros, familiares y los de la Isla Dawson, símbolo de la dictadura militar que causó especial malestar en Mihovilovich como defensor de los derechos humanos en ese momento.
Aunque pesimista y llena de tonos oscuros, esta novela es verdaderamente una auténtica perla literaria por su profunda emotividad e intelectualidad y su homenaje a la extrañeza de la existencia humana.
(Zagreb-Croacia
Juan Mihovilovich (1951) es uno de los escritores chilenos contemporáneos más importantes, miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua, exjuez y luchador por los derechos humanos durante la dictadura. Se ha escrito mucho sobre él en Croacia (Jerko Ljubetić, Željka Lovrenčić) y se han traducido cuatro de sus libros: Sus desnudos pies sobre la nieve (2001, Editorial Bošković, traducido por Jerko Ljubetić); El contagio de la locura (2007, editorial Bošković, traducida por Jerko Ljubetić); Clasificador (2014, editorial Bošković, traducción de Željka Lovrenčić); Yo mi hermano (2018, AGM, traducida por Željka Lovrenčić).
En los últimos años ha publicado dos novelas: Útero (Zuramerica, 2020) y Tu nuevo Anticristo (Simplemente Editores, 2021), cuyo vínculo es pensar sobre la existencia humana y el sentido de la vida.
zona tan helada es probablemente una de las razones del carácter cerrado y reservado de los magallánicos.
Útero es una especie de biografía escrita en el conocido estilo de Mihovilovich, autor al que le gusta sumergirse en el subconsciente de los personajes y dedicarse al análisis de sus estados mentales. Pero, junto con los hechos biográficos, aquí también nos encontramos con ficción: parte de la información es inventada.
Como en otras obras (Sus desnudos pies sobre la nieve, El contagio de la locura, Yo mi hermano, y algunos de sus cuentos), Juan Mihovilovich recuerda su Punta Arenas natal, el barrio croata pobre donde creció, y a su abuelo paterno, quien llegó a Chile desde Pražnice en la isla de Brač. En palabras de Jerko Ljubetić, “describe su región natal como inhóspita y fría”.
Sin embargo, el tema de este gran escritor no es sólo su tierra natal. A menudo busca los motivos universales que van más allá de las fronteras de Chile. Generalmente lo hace partiendo de su propia vida y de acontecimientos vividos en su región natal y/o en su propio país.
Lo mismo ocurre en la novela Útero: el personaje principal, Juan, cuestiona lo que ha sobrevivido y aprendido durante la vida, y luego vincula aquello con en temas cercanos al mundo entero. Es un juez y escritor que se encierra en un departamento de su Punta Arenas natal, al que regresa siendo ya maduro, cuando piensa intensamente en la muerte y anhela la paz. Su deseo es trazar una línea y reflexionar sobre todo lo vivido, aceptar la historia personal, sus errores y sus culpas.
Venir a su ciudad natal a escribir sobre sí y adentrarse en lo más profundo de su alma es al mismo tiempo un acto de resistencia al destino y una búsqueda de la identidad, como lo hace Juan Preciado en Pedro Páramo. La influencia de Juan Rulfo también se siente en esta novela de Mihovilovich.
La trama comienza con el momento presente y luego el protagonista regresa al pasado, donde su ciudad natal es “el lugar en el fin del mundo”, y el barrio de inmigrantes donde vive, símbolo de la pobreza. Ahora está de vuelta en una ciudad moderna: destaca que vive en un departamento con Internet. Nada es igual en ella; todo ha cambiado.
Volver a las raíces y aceptar el destino. Juan nació en 1951 (como el escritor), está casado con una mujer decepcionada que sólo ve lo malo en todo. Tiene dos hijos mayores y una hija adoptiva. Además, dos hermanos. Uno de ellos está completamente loco. Su madre muere repentinamente y sin dolor, mientras que su padre se encuentra en una larga y dolorosa agonía, que hace sufrir a él y a todos los que lo rodean. (No se trata de datos biográficos).
El héroe de esta novela se cuestiona constantemente, analizando todo lo que vivió y lo que anhelaba. Parece que recordando su vida se quiere castigar. Una de las características de esta obra es que está llena de simbolismo. Según muchos comentarios, es la más pesimista de todas las no muy alegres novelas de Mihovilovich. En ella, el lector se convierte en testigo activo de la vida del protagonista.
El personaje le cuenta lo que ha aprendido durante su relativamente larga vida, le transmite sus experiencias y sus sentimientos, le introduce en su intimidad. En las historias personales e íntimas del protagonista (escritor) de la novela, el lector se reconoce a sí mismo y le parece que sobrevivió a todo eso.
Además del reexamen del personaje principal y el análisis de la vida que se suele hacer al final de la carrera y antes de la jubilación, esta obra habla sobre el regreso a las raíces y sobre la aceptación del destino.
En Útero, el escritor sintetiza con éxito sus vivencias, recuerdos y sentimientos que interpreta al protagonista de la novela, así como una descripción del mundo en el que vivió y de las personas que lo rodearon a lo largo de los últimos años.
Junto a la vida del escritor, que en realidad estuvo marcada por sufrimientos y enfermedades (la esquizofrenia de su hermano y su ansiedad, neurosis, depresión, asma), el tema de esta obra es también el ser y pensar sobre la existencia humana. Es una confesión humana pura y desnuda. Todo está contado sin adornos.
El autor expone sus partes íntimas y revela sus remordimientos, el complejo de Edipo y otras diferentes patologías. No oculta nada. Sus recuerdos son muy dolorosos porque están relacionados con la muerte, el dolor físico y emocional, la vergüenza, la ira, la sumisión, la culpa y su aceptación. Pero, también busca un mundo mejor.
Útero es una obra muy sofisticada y está llena de citas de los clásicos y los poetas y novelistas favoritos de Mihovilovich. También, contiene muchas alusiones a la música, el arte, la historia y todo lo que particularmente le interesa; el escritor sigue la estela de las ficciones de la época del boom que hicieron famosa la literatura latinoamericana en todo el mundo.
Particularmente conmovedoras son las descripciones de las calles de Punta Arenas, ciertos barrios, escuelas, recuerdos de los maestros, familiares y los de la Isla Dawson, símbolo de la dictadura militar que causó especial malestar en Mihovilovich como defensor de los derechos humanos en ese momento.
Aunque pesimista y llena de tonos oscuros, esta novela es verdaderamente una auténtica perla literaria por su profunda emotividad e intelectualidad y su homenaje a la extrañeza de la existencia humana.
Freddy Mora | Imprimir | 623