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jueves 24 de julio del 2025
Opinión 23-07-2025
El cuidado como lenguaje político
Jaime González Sanhueza. Jaimegonzalezs@gmail.com
Hay silencios que pesan más que los gritos. Chile entero, de Arica a Magallanes, parece vivir con un zumbido de fondo: ansiedad, insomnio, desconexión. Un 13 % de su población vive con síntomas severos de depresión. En las estadísticas, esa cifra puede parecer un número más. En la vida real, son abismos abiertos, cuerpos que se levantan sin sentido, jóvenes que no encuentran un futuro donde proyectarse. Y peor aún: cada día, seis personas deciden terminar con su vida. El suicidio ha pasado a ser una de las causas de muerte en nuestro país , lo que refleja un llamado de auxilios de la sociedad toda. Es una tragedia cotidiana que pareciera no hace ruido, porque ocurre en la intimidad de una habitación cerrada o de un campo olvidado.
Entre los adultos mayores, la tasa de suicidio puede llegar a 48,6 por cada 100 mil habitantes. En el Maule, se ha mantenido estancada en torno a los 12. Son cifras que duelen, porque hablan de vidas que hemos sabido cuidar, de generaciones enteras que envejecen en la sombra, de adolescentes que nadie escuchó a tiempo.
Por ello hay que destacar que en medio del desgarramiento, aparecen gestos que conmueven. En Villa Alegre, donde la desaparición de la concejala María Ignacia González dejó una herida profunda, la Seremi de Salud del Maule, Carla Manosalva, no esperó a que llegaran las soluciones desde Santiago ni a que se enfriara el dolor. Llamó, articuló, se reunió con equipos, levantó la Mesa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial (SMAPS). Lo hizo con urgencia, con claridad, con humanidad. Es una forma de comenzar a reconstruir nuestra herida comunidad villalegrina.
Freddy Mora | Imprimir | 191
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