lunes 13 de mayo del 2024
El Diario del Maule Sur
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Social 09-04-2023
Entrevista a Francisco Letelier, Director de la Escuela de Sociología UCM: “Vivimos en relaciones comunitarias, pero no las vemos”
- ¿Qué entendemos por comunidad? Francisco Letelier, Director de la Escuela de Sociología de la UCM e investigador responsable del proyecto Esfera Comunitaria, adelanta algunos avances de la investigación que realizan desde 2022 en Talca. Esto, como antesala a la visita de la destacada profesora, investigadora y activista mexicana Raquel Gutiérrez, quien visitará la región del Maule entre el 10 y 15 de abril para participar de diversos encuentros y conversar sobre este estudio.

Bajo una mirada poco convencional, el proyecto Fondecyt Limitaciones y posibilidades para la constitución de una esfera comunitaria autónoma en Chile (Esfera Comunitaria) plantea una forma distinta de ver lo comunitario y releva su importancia para la vida en sociedad.

A través de encuestas, entrevistas grupales y diversas metodologías están analizando las relaciones comunitarias en la conurbación Talca-Maule, con el afán de comprender cómo estas contribuyen a generar bienes comunes que satisfacen necesidades individuales y colectivas en diversos ámbitos. Para conocer más sobre esta investigación conversamos con Francisco Letelier Troncoso, director del proyecto.

- ¿Qué es lo que normalmente se entiende por comunidad y cuál es su mirada como investigadores?

La forma tradicional en que se entiende la comunidad es muy acotada, deja fuera un conjunto amplio de expresiones, prácticas y ámbitos de la sociabilidad humana. Generalmente entendemos que la comunidad es la organización comunitaria formal. Por ejemplo, una junta de vecinos, sin embargo, si bien esta es una expresión de lo comunitario, hay otras muchas, por ejemplo, las relaciones cotidianas en el pasaje, las conversaciones en el almacén, el saludo cotidiano, los favores que se hacen unos a otros, etc. Pero lo comunitario no solo está en el ámbito vecinal, también existe en la familia nuclear y extensa, en las relaciones amicales y en el trabajo. En todos estos espacios se dan relaciones de colaboración que producen bienes comunes relaciones. Estos bienes son fundamentales para nuestra vida individual y colectiva.

-¿Es decir, lo comunitario está en todos los ámbitos de nuestra vida?

Pensemos en el mercado. Nadie pone en duda que estamos sumergidos en relaciones mercantiles todo el día y durante toda nuestra vida. Cuando pagamos la micro, el pan, vamos al cine, al centro comercial, incluso cuando vendemos nuestra fuerza de trabajo. Con lo comunitario ocurre lo mismo. Estamos inmersos en relaciones comunitarias durante toda nuestra vida, en la familia, con los amigos, en el barrio, en el trabajo. Así como en el mercado resolvemos nuestras necesidades a través del intercambio de bienes y servicios utilizando el dinero, en lo comunitario las resolvemos colaborando, compartiendo y cuidándonos. No estoy diciendo que lo comunitario es un paraíso, no, es un terreno conflictivo, pero al mismo tiempo es imprescindible para la vida social.

-¿De qué manera el tener consciencia y fortalecer este concepto podría potenciar las autonomías de las comunidades y mejorar nuestras condiciones de vida?

Hay una metáfora muy usada: la del pez que está sumergido en el océano y no puede ver el agua. Nos pasa algo similar con lo comunitario. Vivimos en relaciones comunitarias, pero no las vemos. Las naturalizamos. Tomar conciencia de ellas, de la riqueza social que producen, del trabajo que implican, significa abrir una nueva dimensión de la vida social. Esto permite equilibrar las cosas: ya no se trata solo del Estado y del Mercado, existe otra esfera, tan importante como las anteriores. Si somos conscientes de ella y la cultivamos en nuestra vida cotidiana y establecemos políticas públicas que la fortalezcan, su capacidad de producir bienes comunes y bienestar será mayor.

¿Qué muestran los primeros resultados de sus investigaciones?

Observamos la presencia de relaciones comunitarias en todos los ámbitos. Estos entramados hacen una contribución sumamente importante a la satisfacción de necesidades individuales y colectivas de diferente índole: psicosociales, afectivas, identitarias, de cuidados, de reconocimiento, así como también materiales, es decir, aquellas necesidades más vinculadas a la solución de problemas concretos que pueden presentarse en la vida diaria. Pero, al mismo tiempo, se percibe una limitada capacidad de estos entramados comunitarios para desarrollar acciones colectivas que tengan una incidencia pública más allá de la reproducción cotidiana de la vida. Esto puede estar ligado a una configuración predominantemente privada y centrada en los lazos fuertes, es decir, la familia y los grupos cercanos, y una insignificante presencia de redes basadas en intereses y valores compartidos, aquellas que tienden a reconocer su propia politicidad. La esperanza está puesta en lo vecinal y en lo laboral. En ambos ámbitos se observa una importante densidad de relaciones solidarias que están produciendo diversos bienes comunes y que se amplifican en contextos de crisis. Son resultados preliminares pero que ya comienzan a esbozar desafíos para las propias comunidades y las políticas públicas.
Freddy Mora | Imprimir | 774