jueves 08 de mayo del 2025
El Diario del Maule Sur
FUNDADO EL 29 DE AGOSTO DE 1937
Hoy
Opinión 05-04-2024
La Batalla de Maipú; 5 de abril de 1818
Publicidad 12

Rafael Rivas González General de Brigada (R) Director del Instituto O’Higginiano de Linares

Después del triunfo de los patriotas en Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, que significó el término del dominio español en Chile, las tropas realistas mandadas por el General español Ordoñez, se retiraron hacia Concepción, donde recibieron el refuerzo de una nueva expedición de España, liderada por el Brigadier Osorio, con 3.400 soldados con experiencia de guerra tras combatir a Napoleón exitosamente en Europa, desembarcando en Talcahuano a comienzos de 1818.
El General O’Higgins, a cargo de una División, había sitiado a las tropas realista en Talcahuano, y ante la noticia de la llegada de la expedición española, recibió la orden de retirarse a Talca y, luego más al norte, a San Fernando, para reunirse con las fuerzas del General San Martín, que venían de Valparaíso, lo que ocurrió el 10 de marzo de 1818, reuniendo un ejército de 6.600 soldados en Chimbarongo. En tanto, en su avance hacia Santiago, las fuerzas realistas comandadas por el General Osorio, con un ejército de 5.000 hombres, ocupan Talca y luego Camarico.
El General José de San Martín, Comandante en Jefe del ejército patriota, sale de San Fernando hacia Talca y tras algunos encuentros menores en las orillas del Lontué, Quechereguas y Lircay, se concentra en Cancha Rayada, al Sur de Talca. En ese lugar, el 19 de marzo, el General San Martín ordena un cambio de posiciones de las Divisiones patriotas, situación que es aprovechada por el Ejército realista, sorprendiendo a la División de O’Higgins en sus preparativos para abandonar el campamento de Cancha Rayada. La sorpresa fue total, sin embargo las condiciones de Líder de O’Higgins, cuya División sufrió el mayor impacto de la sorpresa, lograron revertir lo que se presumía como una derrota total. En efecto, su capacidad intelectual, su fortaleza física, su gran amor por la patria y, muy especialmente su ascendiente de mando, permitieron que la mayor parte de las fuerzas, 4.000 soldados, lograron evadir el desastre. O’Higgins herido a bala en un brazo es trasladado a Santiago.
La situación producida produce consternación en Santiago. El terror se apodera de La gente. Se habla de la destrucción del Ejército y se inician, por varios ciudadanos, los preparativos para emigrar, nuevamente, a Mendoza. Sin embargo, las autoridades llaman a la calma, se trasladan unidades militares de Valparaíso a Santiago, se realizan obras de fortificación, emerge el ya famoso caudillo Manuel Rodríguez con su célebre “Aún tenemos patria, ciudadanos”. La llegada de San Martín y O’Higgins , que enfermo y herido asume la tarea, junto a San Martín, de reconstruir el ejército que pudiera derrotar a los realistas, inyecta nuevas esperanzas de salvar a la patria.


El 5 de abril de 1818, se enfrentan en Cerrillos de Maipú las fuerzas patriotas, al mando del General San Martín, con 6.400 soldados, contra los realistas del General Osorio, con 5.000 soldados, que habían pernoctado un poco más al Sur, en las casas de Lo Espejo. A mediodía se inician las acciones bélicas, con un duelo de artillería, en el cual el Comandante Borgoño y Blanco Encalada, con sus artilleros dispersaron a la caballería realista, conteniendo el avance del Brigadier Ordoñez. Por su parte Freire y Bueras con gran ímpetu de sus soldados efectuaron heroicas cargas de caballería, aniquilando a los jinetes adversario, hecho en el cual el glorioso Teniente Coronel Santiago Bueras entrega su vida por la Patria.
Parecía que el triunfo sonreía a las fuerzas patriotas, sin embargo el adversario oponía tenaz resistencia, alentados por el ejemplo de los victoriosos batallones españoles Infante don Carlos, Burgos y otros, que venían de derrotar a las tropas francesas de Napoleón en España. El esfuerzo de los patriotas tuvo que ser aún mayor. El arduo bombardeo de la artillería, las cargas a la bayoneta de los infantes, el nutrido fuego de fusilería por las tropas de Las Heras, las formidables cargas de la caballería, poco a poco fueron minando la resistencia realista. Ya a media tarde, aparecieron nuevos refuerzos para los patriotas. Se trataba de una columna mandada por O’Higgins con topas de milicianos de Santiago, Aconcagua y Colchagua, la Escuela Militar con sus jóvenes, muchos de ellos niños, estudiantes y una gran cantidad de pobladores. El encuentro entre los dos Generales se resume en las palabras que cruzaron: “Gloria al salvador de Chile” dijo O’Higgins, a lo que San Martín respondió: “General, Chile no olvidará jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presenta al campo de batalla en ese estado”.
El desastre se precipitó para los realistas. Osorio, al ver la llegada de un nuevo contingente chileno, emprendió la fuga solo con su escolta, quienes empezaron a retirarse diezmados del campo de batalla, refugiándose en Lo Espejo, donde terminó la resistencia realista.
El resultado fue impresionante: Rendición del Brigadier Ordoñez y Primo de Rivera. 1.500 realistas muertos, 2.300 prisioneros y gran cantidad de material de guerra. Los patriotas sufrieron 800 muertos y 1.000 heridos.
El costo de consolidar la Independencia estaba pagado. La derrota casi total de los realistas significó el fin de la dominación española en Chile, aun cuando quedaron algunos focos, los que fueron exterminados en el gobierno de Freire, en 1826. El triunfo de Maipú permitió iniciar los preparativos para conformar la Expedición Libertadora al Perú, llevada a cabo por el Director Supremo O’Higgins, para finalizar con el dominio español en el continente, conforme a los planes del General San Martín.
Como un homenaje a los sacrificados soldados de caballería que participaron en la heroica Batalla de Maipú, el Ejército de Chile decretó que el día 5 de abril se celebre el Día de la Caballería, recordando a su glorioso Comandante Santiago Bueras Avaria.
Freddy Mora | Imprimir | 1060