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sábado 14 de junio del 2025
Opinión 13-06-2025
La ciberseguridad laboral como prioridad en tiempos de estafas digitales

Rodrigo Garay, Country Manager de Gi Group Holding
Las estafas laborales digitales se han vuelto cada vez más sofisticadas en Chile. Una de las más recientes detectadas comienza con una llamada telefónica en la que una supuesta reclutadora asegura que el currículum del postulante es ideal para un puesto. Luego, invita a continuar la conversación por WhatsApp. ¿El resultado? Enlaces maliciosos, robo de datos personales o solicitudes de pagos para avanzar en procesos que no existen.
Según alertas del CSIRT de Gobierno, en Chile se han detectado campañas masivas de suplantación de identidad que buscan engañar a los usuarios mediante mensajes creíbles y bien diseñados. A esto se suma un dato preocupante: actualmente existe una brecha de más de 28 mil especialistas en ciberseguridad en el país, lo que demuestra cuán expuestos seguimos estando frente a estas amenazas.
En este escenario, las empresas de reclutamiento y selección tenemos una responsabilidad ineludible: garantizar entornos seguros, proteger a quienes buscan empleo y actuar con total transparencia. El uso de plataformas oficiales, correos corporativos verificados y canales formales de contacto son medidas básicas pero efectivas. También lo es educar: contarles a los candidatos cómo distinguir una oferta legítima de una estafa y alertar sobre nuevas modalidades de engaño.
Para quienes están buscando trabajo, la recomendación es clara: desconfiar de promesas poco realistas, no compartir datos personales por redes sociales o mensajería instantánea, y denunciar cualquier situación sospechosa. Cada alerta puede evitar que otra persona caiga en la misma trampa.
Las estafas laborales afectan mucho más que a sus víctimas directas: debilitan la confianza en todo el ecosistema laboral. Solo con colaboración —entre empresas, gobiernos, plataformas digitales y ciudadanía— podremos frenarlas. La ciberseguridad no es solo un tema técnico: es también una forma de cuidado y de ética profesional.
Las estafas laborales digitales se han vuelto cada vez más sofisticadas en Chile. Una de las más recientes detectadas comienza con una llamada telefónica en la que una supuesta reclutadora asegura que el currículum del postulante es ideal para un puesto. Luego, invita a continuar la conversación por WhatsApp. ¿El resultado? Enlaces maliciosos, robo de datos personales o solicitudes de pagos para avanzar en procesos que no existen.
Según alertas del CSIRT de Gobierno, en Chile se han detectado campañas masivas de suplantación de identidad que buscan engañar a los usuarios mediante mensajes creíbles y bien diseñados. A esto se suma un dato preocupante: actualmente existe una brecha de más de 28 mil especialistas en ciberseguridad en el país, lo que demuestra cuán expuestos seguimos estando frente a estas amenazas.
En este escenario, las empresas de reclutamiento y selección tenemos una responsabilidad ineludible: garantizar entornos seguros, proteger a quienes buscan empleo y actuar con total transparencia. El uso de plataformas oficiales, correos corporativos verificados y canales formales de contacto son medidas básicas pero efectivas. También lo es educar: contarles a los candidatos cómo distinguir una oferta legítima de una estafa y alertar sobre nuevas modalidades de engaño.
Para quienes están buscando trabajo, la recomendación es clara: desconfiar de promesas poco realistas, no compartir datos personales por redes sociales o mensajería instantánea, y denunciar cualquier situación sospechosa. Cada alerta puede evitar que otra persona caiga en la misma trampa.
Las estafas laborales afectan mucho más que a sus víctimas directas: debilitan la confianza en todo el ecosistema laboral. Solo con colaboración —entre empresas, gobiernos, plataformas digitales y ciudadanía— podremos frenarlas. La ciberseguridad no es solo un tema técnico: es también una forma de cuidado y de ética profesional.
Freddy Mora | Imprimir | 176