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domingo 16 de marzo del 2025
Opinión 16-02-2025
TURISMO AL DÍA Carne, agua y grasa: El lastre del aparato público en el turismo del Maule

Ricardo Álvarez V.
Director Ejecutivo de Emproex
Hace un tiempo, recordé una enseñanza universitaria que aplica perfectamente a la realidad que vivimos: en un equipo, en una sociedad, en una institución, hay elementos que son carne, papas o zapallo en la cazuela, los que aportan sustancia, estructura y valor. Y luego está el agua de la sopa, que llena pero no alimenta.
Pero hay algo peor que el agua insípida: la grasa. Esa capa densa y pegajosa que no solo carece de aporte, sino que además entorpece, ralentiza y encarece todo el sistema. Y en Chile, esa grasa está en el aparato público, en reparticiones que se sostienen a sí mismas con sueldos pagados por todos, mientras los verdaderos motores del desarrollo –los emprendedores, las pymes, los trabajadores– siguen abandonados.
En la Región del Maule, un claro ejemplo de esto es la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP). Este organismo, financiado con recursos públicos, supuestamente existe para impulsar la economía regional. Pero cuando analizamos sus proyectos estrella, “Market Maule” y “Descubriendo el Maule”, surge la pregunta inevitable: ¿qué han logrado realmente?
Más de 1.300 millones de pesos al año, de los cuales más de 800 millones se destinan a sueldos y honorarios. Sí, más del 60% del presupuesto se va en remuneraciones para asesores, directivos y funcionarios cuyo impacto real es, en el mejor de los casos, cuestionable. ¿Cuántos emprendedores pueden decir que estos programas han mejorado su negocio? ¿Quién mide la efectividad de estos gastos? ¿Quién fiscaliza que no estemos financiando operadores políticos en lugar de profesionales con verdadera capacidad de gestión?
Mientras tanto, el turismo en el Maule sigue esperando. No hay campañas serias de promoción, ni inversión real en infraestructura turística, ni apoyo efectivo a los operadores locales. Lo que sí hay es un aparato burocrático bien aceitado… para sí mismo.
En el sector privado, ninguna empresa podría darse el lujo de gastar la mayor parte de su presupuesto en sueldos sin generar resultados concretos. ¿Por qué el Estado sí? ¿Por qué los ciudadanos debemos financiar este sistema ineficiente y deficitario?
Chile necesita menos agua insípida en la sopa y menos grasa que la haga pesada e inoperante. Lo que necesitamos es carne: instituciones que aporten, generen valor y realmente impulsen el desarrollo. Porque el turismo en el Maule no necesita más discursos ni proyectos de cartón. Necesita acción, inversión y resultados reales.
Director Ejecutivo de Emproex
Hace un tiempo, recordé una enseñanza universitaria que aplica perfectamente a la realidad que vivimos: en un equipo, en una sociedad, en una institución, hay elementos que son carne, papas o zapallo en la cazuela, los que aportan sustancia, estructura y valor. Y luego está el agua de la sopa, que llena pero no alimenta.
Pero hay algo peor que el agua insípida: la grasa. Esa capa densa y pegajosa que no solo carece de aporte, sino que además entorpece, ralentiza y encarece todo el sistema. Y en Chile, esa grasa está en el aparato público, en reparticiones que se sostienen a sí mismas con sueldos pagados por todos, mientras los verdaderos motores del desarrollo –los emprendedores, las pymes, los trabajadores– siguen abandonados.
En la Región del Maule, un claro ejemplo de esto es la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP). Este organismo, financiado con recursos públicos, supuestamente existe para impulsar la economía regional. Pero cuando analizamos sus proyectos estrella, “Market Maule” y “Descubriendo el Maule”, surge la pregunta inevitable: ¿qué han logrado realmente?
Más de 1.300 millones de pesos al año, de los cuales más de 800 millones se destinan a sueldos y honorarios. Sí, más del 60% del presupuesto se va en remuneraciones para asesores, directivos y funcionarios cuyo impacto real es, en el mejor de los casos, cuestionable. ¿Cuántos emprendedores pueden decir que estos programas han mejorado su negocio? ¿Quién mide la efectividad de estos gastos? ¿Quién fiscaliza que no estemos financiando operadores políticos en lugar de profesionales con verdadera capacidad de gestión?
Mientras tanto, el turismo en el Maule sigue esperando. No hay campañas serias de promoción, ni inversión real en infraestructura turística, ni apoyo efectivo a los operadores locales. Lo que sí hay es un aparato burocrático bien aceitado… para sí mismo.
En el sector privado, ninguna empresa podría darse el lujo de gastar la mayor parte de su presupuesto en sueldos sin generar resultados concretos. ¿Por qué el Estado sí? ¿Por qué los ciudadanos debemos financiar este sistema ineficiente y deficitario?
Chile necesita menos agua insípida en la sopa y menos grasa que la haga pesada e inoperante. Lo que necesitamos es carne: instituciones que aporten, generen valor y realmente impulsen el desarrollo. Porque el turismo en el Maule no necesita más discursos ni proyectos de cartón. Necesita acción, inversión y resultados reales.
Freddy Mora | Imprimir | 415
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